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Durante el siglo XIX el prestigio de un fotógrafo se medía con los premios que obtenía; por eso es común verlos reproducidos en los soportes de antiguas fotografías, como señala la investigadora mexicana Claudia Negrete en un interesante trabajo sobre Valleto Hermanos, antiguo y acreditado estudio fotográfico de su país. Tal fue el caso en Paraguay de los retratos o vistas del español Manuel San Martín, en los que se ven, juntos o separados, los diseños de las medallas de las exposiciones universales de París (1889), Chicago (1893) y Bruselas (1897), así como la de la Primera Exposición Nacional (1892).
De la vida de San Martín se sabe poco. Sobre su familia, solo que estuvo casado con la brasileña Matilde Vely y que, por su vinculación con los indígenas del Alto Paraguay, adoptó a una niña chamacoco de 6 o 7 años, bautizada como María Sulema en noviembre de 1889.
San Martín arribó a Asunción la noche del 4 de mayo de 1886 para ofrecer sus servicios de retratista (1). Venía de Corrientes, donde tenía un estudio fotográfico. Alquiló, en la esquina de las calles Palma y 15 de Agosto, una casa con tres «espaciosas» habitaciones de material con buenas puertas y ventanas, un conveniente «terreno baldío» de dos varas al frente y un «magnífico patio» al fondo (2). En la habitación que daba a la calle Palma habilitó su taller, a la semana de haber desembarcado, como se consigna en el siguiente aviso:
«Fotografía / El abajo firmado tiene el honor de poner en conocimiento de esta culta e ilustrada sociedad, que instaló su taller de Fotografía en la calle Palma número 129. / Se previene que solo permanecerá treinta días a contar desde la fecha. / Se retrata por el sistema más moderno conocido hasta hoy, que es el nuevo método Gelatino-Bromuro de Plata que por su rapidez, es el más a propósito para criaturas y personas nerviosas. Especialidad en retratos al lápiz y cámaras solares del tamaño más chico al natural. / Las familias que deseen tomarse la molestia de visitar los trabajos que están en exhibición, pueden hacerlo de 7 a 8 de la noche. / Horas de trabajo: de 8 a 4 de la tarde. /San Martín / Nota: Los días nublados son iguales a los más claros para cualquier trabajo» (3).
La instalación de su moderno establecimiento fotográfico no pasó desapercibida y, antes de su apertura, varios diarios de esta Capital daban cuenta de que San Martín exhibiría una colección para que la sociedad asuncena pudiera juzgar «el mérito artístico, la pureza en sombras y duración de sus fotografías»; de que era «un fuerte artista al óleo, crayón y esfumino»; y de que empleaba el sistema de placas secas (4).
Llamó la atención de quienes visitaron su salón fotográfico su «cómodo» procedimiento instantáneo y la excelencia de sus fotografías, por la pureza de sus «detalles, sombras, perspectiva, naturalidad en las posiciones y lujo de tarjetas» (5).
Cuando San Martín, cumplido el mes que tenía previsto permanecer en Asunción (6), estaba preparando su regreso a Corrientes, fue a su estudio el presidente de la República, general Bernardino Caballero, con «sus cinco ministros y tres edecanes», para ser retratado. Era el 12 de junio de 1886 y a esa visita la siguió «una lluvia» de personas que deseaban ser también fotografiadas por él. Hasta entonces «Asunción no había tenido una fotografía tan excelente», como quedó consignado en un diario de la época (7). Sus retratos pasaron a ser muy apreciados entre la «gente de la high life» (8) y se vendían «por docenas»; por ello, decidió continuar en el país, sin desatender su taller de Corrientes (9).
En noviembre de 1886 se anunció en la prensa local su partida por «reclamar su presencia otras ciudades del litoral argentino» y por «la próxima venta de la propiedad que ocupa en la calle Palma» (10). No obstante, permaneció en Asunción hasta mediados de diciembre.
Poco después, trasladó su estudio asunceno a la casa número 14 de la calle Florida –actual Benjamín Constant– esquina 14 de Mayo, y lo dotó con modernas cámaras adquiridas en Buenos Aires (11).
En 1888 se iniciaron los preparativos para la participación del país en dos importantes exposiciones universales, la de Barcelona de ese año y la de París de 1889. El Gobierno integró, a principios de febrero, una Comisión Central. Se debe recordar que por entonces tales exposiciones eran «la quintaesencia de la idea de progreso y modernidad» (12).
San Martín propuso a los miembros de esa Comisión preparar dos colecciones de 500 vistas del país, una en álbumes para la Exposición de París y otra «en vistas sueltas para entregar al Gobierno». Se comprometió a terminarlas para diciembre, manteniendo su derecho de propiedad, con la intención de «vender por separado colecciones análogas a las que entregará». Tales vistas serían de la Ciudad de Asunción; de «la línea del Río Paraguay, desde Humaitá hasta el Apa; de la línea férrea; y de Paraguarí rumbo a Villa Rica y a Villa Florida». Solicitó, para «gastos y honorarios», 4620 pesos fuertes; expedición de pasajes gratuitos para él, sus peones y equipaje, en el tren y las mensajerías; que se pusiera a su disposición «uno de los vaporcitos del Estado»; y que los gastos de manutención a bordo, tanto de él como de sus peones, corrieran igualmente a cuenta del Estado (13).
Sometida su oferta a la aprobación del Gobierno, este resolvió: «Limitar a tres mil pesos fuertes los gastos para la preparación de una colección de vistas destinadas a la Exposición incluso cualquier gasto que haya de hacerse; poniendo además a disposición del fotógrafo uno de los vaporcitos del Estado y pasajes por el tren. También un pasaje en cada viaje de las Mensajerías». San Martín elaboró 3 álbumes, con un total de 300 vistas, para la fecha convenida (14).
Sus Vistas del Paraguay fueron expuestas en Asunción entre el 20 y el 24 de diciembre de 1888 en la última de las cinco piezas del local de la Comisión –calle Florida esquina Convención–, donde «hábilmente» fueron distribuidas las colecciones por el doctor Emilio Hassler, director técnico de la Comisión Expositora. A la inauguración asistió el presidente de la República, general Patricio Escobar, con varios ministros, y al retirarse expresó su satisfacción al «ver cumplidos los deseos del gobierno» (15).
Los productos expuestos fueron embarcados en 107 paquetes en el San Martín con destino a Buenos Aires, y de este puerto al de Havre, en el vapor Pampa de los Chargeurs Réunis, con reexpedición para París (16).
Entretanto, San Martín, valiéndose «de sus relaciones con el cacique Martínez», se internó en las «tolderías de los orejones, lenguas, angaités, etc.», con la sola compañía «de un perro de caza» y el 1 de febrero de 1889 regresó a Asunción en el Bolivia después «de haber hecho una excursión hasta más allá del Fuerte Olimpo», trayendo vistas de «grupos de indios del Chaco» para exhibirlas en «el pabellón paraguayo de la Exposición de París» (17).
Se ha asegurado que al ver este nuevo álbum resultaba:
«…más fácil conocer los indios y sus costumbres, que la lectura de una obra extensa; allí se ven los indios tal como son, los utensilios que usan, como van armados para la caza y se les sorprende en el baño, después de almorzar, y en sus horas de meditación alrededor de sus chozas, la postura que guardan al ir en canoa, el cómo llevan las indias sus chiquillos, y otras mil curiosidades difíciles de describir» (18).
Con estas fotografías, San Martín organizó una nueva exposición en su taller el 27 de febrero de 1889 (19). Finalizada la exposición, fueron remitidas a París.
El Pabellón Paraguayo en París fue descrito por el escritor cubano José Martí –que era entonces cónsul de Uruguay en Nueva York, y posteriormente lo fue de Paraguay y de Argentina en la misma ciudad– como el «de la torre de mirador, con las ventanas y puertas como de nación de mucho bosque, que imita en sus casas las grutas y los arcos de los árboles» (20). Ocupaba 200 metros cuadrados en el Campo de Marte, sobre la Avenida de Suffren, a espaldas del Palacio de Artes Liberales y entre los pabellones de Santo Domingo y Guatemala (al Sureste de la Torre Eiffel).
Diseñado y construido por los Hermanos Moreau, su instalación estuvo a cargo del ingeniero francés Carlos Cadiot, cónsul de Paraguay en París y comisario adjunto de Paraguay en la Exposición Universal. Su estructura era desmontable, de paneles de madera en marcos de hierro. Tenía tres secciones: un pabellón octogonal de 50 metros cuadrados con chapitel; un pabellón rectangular de 100 metros cuadrados unido al anterior, a menor altura, con techo de cuatro aguas, una gran claraboya en su vértice y hermosas puertas-ventana con remates ornamentales; y una torre de 9 metros cuadrados y 15 metros de altura, de madera tallada, cubierta a cuatro aguas. Lo rodeaba un hermoso jardín con plantas autóctonas de Paraguay. Se ha dicho que era «uno de los más lindos en su clase» y que formaba agradable contraste, por su estilo arquitectónico, con sus vecinos. Fue el único pabellón extranjero «enteramente concluido y abierto al público» el día de la inauguración (21). Fueron muy admiradas sus producciones de tabaco, yerba mate y ñandutí, así como sus colecciones naturales, entre el 6 de mayo y el 31 de octubre de 1889.
Las fotografías de San Martín, expuestas ahí, se premiaron con medallas de plata (tanto las de la colección oficial como las de la particular). Además, por exponer su colección particular, se otorgó a nuestro fotógrafo una medalla de plata nominativa, al igual que a los doctores Hassler y Juan Daniel Anisits (por su colección botánica); también, como colaboradores del Pabellón Paraguayo (22).
Del detalle de las vistas premiadas casi nada se conoce. De la colección oficial, solo que estaba compuesta por 300 fotografías –presumimos que de los lugares indicados por San Martín en su propuesta a la Comisión–, y de la particular, únicamente lo señalado párrafos arriba.
Sobre esta última, en el Archivo Histórico del Museo Nacional Prehistórico Etnográfico Luigi Pigorini de Roma se conserva una colección de 20 fotografías con las siguientes leyendas:
1 Vistas del Paraguay. Lenguas en su cachiveo Por M. San Martín.
2. Vistas del Paraguay. Lenguas pasando el río Por M. San Martín.
3 Vistas del Paraguay. Lenguas del Toldo Guazú Por M. San Martín.
4 Vistas del Paraguay. Lenguas de Pedernales Por M. San Martín.
5 Vistas del Paraguay. Lenguas frente a su rancho Por M. San Martín.
6 Vistas del Paraguay. Toldería de Lenguas Por M. San Martín.
7 Vistas del Paraguay. Lenguas en marcha Por M. San Martín.
8 Vistas del Paraguay. Angaités con su cacique cristiano Por M. San Martín.
9 Vistas del Paraguay. Angaités en su fogón Por M. San Martín.
10 Vistas del Paraguay. Angaités. Costumbres indígenas Por M. San Martín.
11 Vistas del Paraguay. Mujeres Angaités Por M. San Martín.
12 Vistas del Paraguay. Mujeres Angaités con sus hijos Por M. San Martín.
13 Vistas del Paraguay. Angaités en el baño Por M. San Martín.
14 Vistas del Paraguay. Sanapanás en el desierto Por M. San Martín.
15 Vistas del Paraguay. Sanapanás Por M. San Martín.
16 Vistas del Paraguay. Sanapanás. Cacique Martín con su familia Por M. San Martín.
17 Vistas del Paraguay. Sanapanás guerreros Angaités (Sanapanás, rayado; Angaités, a lápiz) Por M. San Martín.
18 Vistas del Paraguay. Tobas Por M. San Martín.
19 Vistas del Paraguay. Chamacocos guerreros. Puerto Pacheco Por M. San Martín.
20 Vistas del Paraguay. Chamacocos. Puerto Pacheco Por M. San Martín (en cursiva, aparece manuscrito en el original).
Se presume que esta colección, que pertenece al Fondo San Martín, fue adquirida como parte de la Colección Guido Boggiani (23).
Notas
(1) La Democracia, Asunción, 5 y 11/05/1886, p. 2; El Orden, Asunción, 6/05/1886, p. 2.
(2) La Democracia, 4/11/1886, p. 2.
(3) La Democracia, Asunción, 11/05/1886, p. 2.
(4) La Democracia, 6/05/1886, p. 1; también El Orden, Asunción, 9/05/1886, p. 1.
(5) La Democracia, Asunción, 17/05/1886, p. 1.
(6) San Martín publicó en La Democracia, el 7 de junio de 1886, que estaba próximo a abandonar el país.
(7) La Democracia, Asunción, 21/06/1886, p. 1.
(8) La Democracia, Asunción, 12/06/1886, p. 2.
(9) En esta primera época, mientras su taller funcionó en el número 129 de la calle Palma, es de suponer que San Martín mantuvo este estudio (el de Asunción) a la par que el de Corrientes, como se lee al dorso de los soportes de sus retratos: «M. SAN MARTÍN / FOTÓGRAFO / CORRIENTES Y PARAGUAY / SE HACEN RETRATOS AL LÁPIZ / AL ÓLEO DEL TAMAÑO MÁS CHICO AL / NATURAL».
(10) La Democracia, 4/11/1886, p. 2.
(11) La Democracia, 23/11/1887, p. 1; y el aviso: «SAN MARTÍN / FOTÓGRAFO / 14-FLORIDA-14 / De regreso de su viaje a Buenos Aires, participa al público que se encuentra de nuevo al frente de su establecimiento. Posee hoy aparatos de mayores dimensiones y puede servir en el ramo de la fotografía con los más modernos procedimientos. / 14-FLORIDA-14 / Fotografía San Martín». Al dorso de las tarjetas de esta época se lee: «M. SAN MARTÍN / FOTÓGRAFO / ASUNCIÓN DEL PARAGUAY / 14 CALLE FLORIDA 14 / SE HACEN RETRATOS AL LÁPIZ / AL ÓLEO DEL TAMAÑO MÁS CHICO AL / NATURAL» y, posteriormente, «PARAGUAY / 2 MEDALLAS DE PLATA / M. SAN MARTÍN / ASUNCIÓN / Florida 14 / VISTAS DEL PAÍS / Se hacen retratos».
(12) Claudia Negrete Álvarez: Valleto Hermanos: fotógrafos mexicanos de entresiglos (México DF, UNAM, 2006), p. 50.
(13) Archivo Histórico del Ministerio de Relaciones Exteriores (AH-MRE), Legajo 294 DPD, Nota del Presidente de la Comisión Central de las Exposiciones Universales de París y Barcelona, Ricardo A. Méndez Gonçalvez, al Ministro de Relaciones Exteriores, José Segundo Decoud, Asunción, 29/02/1888.
(14) Archivo del Instituto de Historia y Museo Militar-Coleción Gill Aguínaga (AIHyMM-CGA), Carpeta 36, Nota del Ministro de Relaciones Exteriores, José Segundo Decoud al Presidente de la Comisión Central de las Exposiciones Universales de París y Barcelona, Ricardo A. Méndez Gonçalvez, Asunción, 14/03/1888; La Democracia, 20 y 29/02, 17/03/1888 y 16/01/1889, pp. 2, 1, 2 y 1, respectivamente.
(15) La Democracia, 20/12/1888, pp. 1 y 2.
(16) La Democracia, 16/01/1889, p. 1 y Editorial; AIHyMM-CGA, Carpeta 108, Nota del Cónsul General del Paraguay en Francia y Comisario General del Paraguay ante la Exposición Universal de París de 1889, Máximo Winsweiler, al Presidente de la Comisión Central de las Exposiciones Universales de París y Barcelona, Ricardo Antonio Méndez Gonçalvez, Burdeos, 1/03/1889.
(17) La Democracia, 1 y 2/01/1889, pp. 1 y 2, respectivamente.
(18) La Ilustración Paraguaya, Asunción, 15 y 28/02/1889, Año I, Núms. 19 y 20, pp. 150 y 155. Esta nota va acompañada de grabados con la explicación: «Nuestros grabados / (...) La octava página, ocupa los retratos de tres razas de indios que pueblan nuestros vastos desiertos, copiados de las fotografías tomadas por el artista fotógrafo D. Manuel San Martín y que se hallan en el álbum que figurará en la Sección Paraguaya de la Exposición Universal de París, dibujado por el Sr. Wolf Scheller. / En el primer grupo figuran el cacique “Quirá” de la raza de los angaités, el cacique Cristiano de la misma tribu, español de nacionalidad y un guerrero Angaité. / En el segundo grupo, tres indias payaguás al regreso de la pesca. / En el tercer grupo, una mujer de la raza de los lenguas y un varón de la misma raza, guardiando este último la puerta de su choza, recostado en un gigantesco árbol, al pie del cual se halla su arco y flecha. / A medida que nuestros esfuerzos nos los permitan, iremos ofreciendo a nuestros favorecedores grabados idénticos al que hoy aparece en la octava página y otros de espléndidos paisajes, como ofreciéramos en nuestro programa».
(19) La Democracia, 26/02/1889, p. 1.
(20) José Martí: La exposición de París, en la Edad de Oro, p. 76.
(21) Nuestros Grabados. Exposición Universal de París, en La Ilustración Española y Americana, Año XXXIII, Número XXIV, Madrid, 30/06/1889, p. 378; acompaña el texto un hermoso grabado del Pabellón Paraguayo.
(22) AH-MRE, Legajo 294 DPD, Liste des Recompenses obtenues a l’Exposition Universelle de Paris 1899 par la Republique de Paraguay, confeccionada por Carlos Cadiot.
(23) Estas fotografías pueden verse en el enlace:
www.webdb.pigorini.beniculturali.it/catalogo/archivio-storico-fotografico/san-Martín