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Las industrias nacionales tienen una marcada participación en la economía nacional, pero aún poseen un enorme potencial para desarrollarse. Para ello es preciso aumentar la inversión y propiciar políticas públicas con mayor incentivo para la industria nacional, que sigue lidiando con algunos desafíos, según sostienen los economistas.
No obstante, hay gran esperanza en que más inversiones “aterricen” en el Paraguay a partir de la reciente mejora de la calificación de riesgo país, que lo ubica en el “grado de inversión”.
Algunas ramas, como las manufacturas, aún siguen estancadas, otras se han reinventado tras la pandemia, otras están procurando mantener su línea de productos, que a la vez deben competir con los que ingresan de contrabando. A pesar de estos vaivenes, las industrias paraguayas siguen expandiéndose e innovando para contrarrestar las dificultades.
El crecimiento proyectado para el sector secundario es del 2,5% para el presente periodo, tras un crecimien[1]to del 3,4% en el año 2023. De acuer[1]do con el informe de anexo estadís[1]tico del Banco Central del Paraguay (BCP), en este grupo se encuentran las manufacturas que crecerán 4,4% este 2024, las construcciones 3,1% y el sector de electricidad tendría un retroceso de -2,8%.
Para el analista financiero y consultor de inversiones Amílcar Ferreira, las industrias paraguayas tienen un enorme potencial de desarrollo por las ventajas comparativas que ofrece Paraguay frente a otros países. Superando algunos desafíos, acotó que podría llegar a un 40% de participación en el Producto Interno Bruto (PIB) en los próximos años, de un 32,1% que está actualmente.
Según Ferreira, la constante instalación de industrias brasileñas maquiladoras en nuestro país da fe de que hay atractivos para el desarrollo de este tipo de compañías. Afirma que Paraguay resulta muy competitivo y ofrece mejores condiciones en cuanto a costo de producción (por sus impuestos bajos, energía, mano de obra, etcétera).
Otros rubros con gran futuro para nuestro país son las agroindustrias y la industria alimentaria, teniendo como ventaja que somos grandes productores de alimentos, como granos y carne, que pueden ser aprovechados para capitalizarlos, industrializarlos y generar más fuentes de empleos para miles de ciudadanos.
Ferreira destaca que nuestros productos están ingresando con más fuerza en el mercado internacional, con buena aceptación. Uno de los grandes logros en el último año fue, sin dudas, la apertura del mercado de Estados Unidos para la carne vacuna, que a la vez potenció la llegada a otros mercados.