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Hace más de 55 años, los fundadores de la empresa ya se dedicaban a la avicultura: Don Daniel A. Ceuppens, con un galpón de aves en la casa paterna en Fernando de la Mora, y Doña Blanca Talavera, en su domicilio familiar en Asunción con una pequeña incubadora de huevos. En el año 1964, ellos unieron sus vidas y se instalaron en una finca comprada a crédito en Capiatá, sobre la Ruta PY02, continuaron la producción e iniciaron lo que tiempo después se convertiría en un gran emprendimiento y que impulsaría la industria avícola en Paraguay, comenta la presidenta de la firma, Blanca Ceuppens. Hoy, la compañía familiar emplea a más de 3.000 personas de manera directa e indirecta; incluso realiza exportaciones.
Consultada sobre lo que significa recibir la distinción de las marcas más recordadas, usadas y preferidas del país en la subcategoría de “pollos”, Blanca responde que es una gran satisfacción. "Sobre todo teniendo en cuenta que se trata de “una encuesta tan importante como esta y ser nuevamente elegidos como la marca preferida”, comenta con una sonrisa que transmite la emoción de recibir el galardón que se encuentra en sus manos.
Ceuppens reconoce que en esta ocasión, la premiación se da en un contexto particular debido a la pandemia, y así, se plantea un escenario desafiante, por lo que considera que “lo más importante es que los paraguayos sean los que estén eligiendo nuestra marca y más grande aún es el orgullo de que estemos invictos en esta premiación desde que se puso el rubro de pollos”, afirma.
Por otra parte, destaca que el posicionamiento en el mercado y el hecho de que sea la favorita de los consumidores es el resultado de un gran esfuerzo de todos los colaboradores de la compañía. “Cuando se dice que el pollo está listo en su mesa es el resultado del trabajo en equipo, integrado por muchísima gente que da todo de sí para que ese pollo llegue en esas condiciones al mercado”, destaca la presidenta.
La firma apunta a ser la marca líder produciendo alimentos de excelente calidad, nutritivos y sanos, con responsabilidad social y con el medio ambiente, fundamentando su crecimiento en el desarrollo sostenible de su gente, asegura.
El flagelo del contrabando
Sin embargo, lamenta que el esfuerzo se vea amenazado por circunstancias externas a los trabajadores, que es el contrabando. “Más que la pandemia, el mal que nos aqueja hace más tiempo es el contrabando, que sigue golpeando fuertemente a nuestra industria. Grandes cantidades del producto ingresa al país sin controles sanitarios ni de cadena de frío, lo que apeligra la salud del consumidor”, advierte la empresaria.
Pese a las adversidades, la empresa apunta a seguir renovándose. “Aplicamos mejoras y cambios a nuestros empaquetados para seguir marcando firme presencia y ofreciendo calidad al consumidor”, puntualiza.