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La nueva planta de Cereales SA cuenta con una capacidad de producción de pasta secas de más de 1.000 ton por mes, y en su tercer mes de operación, llega casi al 60% de ocupación de la planta, cuenta su gerente industrial, Javier Da Silva. “Nuestra nueva planta produce todo tipo de pasta seca que se ofrece actualmente en el mercado, como el tradicional tallarín, que es producido con el proceso de laminación, o para entenderlo mejor, es como cuando preparamos pasta fresca en casa. También elaboramos aquí nuestras variedades de cortados y roscas, que se obtienen por el proceso de extrusión”, detalla.
El especialista señala que los tallarines, al ser preparados con el proceso de laminación, presentan una textura no perfectamente lisa, es decir, como el fideo hecho en casa, que permite una mejor impregnación de las salsas. Por otro lado, para la variedad de los cortados, cuentan con 14 distintas variedades para acompañar a las comidas, como mejor prefiera el consumidor. “Estamos presentando dos nuevas variedades que son ñoquis y cavatappi, esta última una novedad en el mercado nacional”, resalta Da Silva.
La maquinaria de la planta es 100% tecnología europea, con altísimo nivel de automatización y control, lo que le permite asegurar una calidad constante. En el caso de las maquinarias para manejo de harinas, se trata de tecnología suiza, y para las líneas de pasta seca son tecnología italiana. Para operarlas, trabajan en tres turnos de manera de cubrir las 24 horas.
Parte del plantel que hoy opera las máquinas son las mismas que participaron en el montaje de estas, lo que permitió ir formando a los operadores durante el proceso mismo de armado de las máquinas. También fueron acompañados y capacitados por técnicos europeos destinados para el comisionado de las máquinas.
En cuanto a las certificaciones para operar, la empresa está trabajando para certificar a mediados del 2019 la norma de seguridad alimentaria HACCP. Luego buscarán obtener certificaciones en gestión de la calidad, seguridad y medio ambiente.