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La Cooperativa Chortitzer Ltda. vuelve a dar un paso firme hacia el futuro, con la inauguración oficial de una moderna planta algodonera de 10.000 m2, construidos dentro de un predio de 100 hectáreas. Se encuentra ubicada a 14 kilómetros del casco céntrico de la ciudad de Loma Plata y a 18 kilómetros de la Ruta Bioceánica, en el departamento de Boquerón.
Se trata de una inversión inicial de US$ 12 millones, que abarca distintos galpones que albergan a maquinarias, productos terminados, semillas para 9.000 toneladas, caldera, servicios, área de vestuario, sanitarios, comedor, entre otros.
“No solamente estamos ampliando nuestras capacidades de procesamiento, sino que también estamos influyendo significativamente en la economía local, generando oportunidades para nuestros agricultores y trabajadores locales, con empleos directos y sobre todo indirectos. Esta fábrica es también un símbolo del compromiso continuo que tiene la Cooperativa Chortitzer con el crecimiento y la prosperidad de nuestra comunidad”, expresó Florian Reimer, gerente general de la Cooperativa Chortitzer.
La desmotadora, de origen indio, tiene una capacidad máxima de 60 fardos fibra por hora, lo equivalente a 800 a 900 toneladas de algodón en rama. Para, dimensionar mejor, serían aproximadamente 360 fardos amarillos redondos. Las maquinarias de desmote fueron importadas de India (Asia), otras complementarias desde el Mercosur, de Estados Unidos y de Europa.
“En menos de 13 meses, logramos convertir una parcela dedicada a la ganadería a un complejo industrial”, resaltó el alto directivo, quien extendió su agradecimiento a todos los socios, clientes y colaboradores de la cooperativa, como así también, a las entidades financieras que depositaron su confianza en el proyecto que hoy es realidad.
Ejemplar apuesta a la diversificación
El plan estratégico aprobado de 10 años de la Cooperativa Chortitzer enfatiza la diversificación de los rubros apalancando los riesgos internos como externos, implicando además del fomento lácteo y cárnico, también incrementar el sector agrícola y horticultura.
Respecto al rubro algodón, el proyecto era inicialmente parar la antigua y que la nueva llegue a su capacidad instalada en aproximadamente cinco años, pero ahora ambas trabajan 24 horas, seis días a la semana. “Cosechamos un producto cuyo procesamiento termina en múltiples derivados, sea la fibra para vestir a las personas, la semilla para suplementar al ganado bovino, extraer aceite vegetal y muchos subproductos más”, rescata Ronald Reimer, presidente de la Cooperativa Chortitzer, entidad que hizo un trabajo tesonero en el rubro algodonero en la región Occidental, al realzar el valor de esta noble fibra.
Indistintamente, la fábrica láctea Trébol, como también el frigorífico y ahora la nueva desmotadora de algodón, son símbolos de producción cooperativo y por ende solidario, generando miles de empleos formales, marcando desarrollo socioeconómico y sostenible en el Chaco Central que une a diferentes personas con un buen fin de producir alimentos de alta calidad para el consumo en Paraguay y en el mundo.
Añade que el Chaco Central se desarrolló con una velocidad a más de un dígito, incentivado con mayores inversiones estatales ejecutadas en los últimos años.