Vestir, peinar y adornar la imagen

Graciela Orrego es la encargada de vestir cuidadosamente a la Virgen; María Ana “Kika” Flores tiene la misión de peinar su larga cabellera rizada y María Inés Gamarra realza su belleza llenándola de flores.

María Inés Gamarra coloca rosas a la imagen sagrada de la Virgen para la misa  central de hoy.
María Inés Gamarra coloca rosas a la imagen sagrada de la Virgen para la misa central de hoy.Archivo, ABC Color

Cargando...

Cada año los luqueños esperan expectantes para ver la imagen de la milagrosa Virgen del Rosario luciendo de traje de gala en tono rosado y adornada de flores. Tres mujeres se encargan de esa “sagrada misión”.

Mientras Graciela Orrego la viste y Kika Flores le peina la cabellera, desde el año 2010 María Inés Gamarra adorna de flores la imagen y decora su santuario. Le ayudan Ramona, María Roa y Jonás Roa, así como Alfredo y Rodrigo Kisamá; Ramona y María Luisa Noceda, entre otras manos. La tarea se lleva a cabo siempre del 5 al 7 de octubre.

María Inés explicó que las flores utilizadas son importadas del Brasil y Ecuador. Es tradición usar gladiolos, lirios, rosas, astromelias y gypsophilas. El año pasado agregaron orquídeas y este año embellecerán con alelíes el templo y el anda de la imagen sacra.

La florista señaló que solo en el arco del anda cada año son utilizadas aproximadamente 700 rosas ecuatorianas. “Trabajo para muchas fiestas patronales, pero nunca usé tantas flores en otros lugares, como en Luque”, expresó emocionada Inés.

Cada año se realiza una colecta a través de la radio Azul y Oro para cubrir los gastos de ornamentación, pero esta vez no fue posible debido a la crisis económica por la que atraviesa también la ciudad de Luque, manifestó Gamarra. Igualmente, el pueblo luqueño que “nunca se escatimó para ella” hizo su donación.

“Cada año es un sueño preparar esto. Me siento amada por la Virgen y estoy en un lugar sagrado para ella, llenándola de flores hasta sus pies. La mayor gracia que recibí de ella fue cuando escuchó mis ruegos por la salud de mi hija, hace 10 años. Estaba muy enferma y hoy puedo decir con seguridad que la Virgen la sanó totalmente. Por eso, para mí es una gracia trabajar para ella durante todo el año, no solo para la fiesta patronal. Mientras mis brazos, mis piernas y la Iglesia me lo permitan, yo le pondré flores donde ella quiera”, exclamó María Inés Gamarra.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...