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LUQUE (Gladys Villalba, corresponsal). Monseñor Enrique Meyer expresó que este año le invadió de una gran emoción los festejos patronales en honor a la Virgen del Rosario. Esto, debido a que la flexibilización de las restricciones a causa del covid-19 permite a los feligreses participar “con normalidad” de las actividades.
El cura rector destacó el homenaje al padre Pantaleón García, Pa’i García, en el centenario de su nombramiento como párroco del santuario. Agradeció la colaboración de los fieles que acompañaron un anhelado sueño.
“Él es el padre espiritual de la ciudad de Luque, que unió a todo el pueblo. Había muchas rivalidades, muchos conflictos políticos, muchas revoluciones en los primeros años allá por 1921-1922, y él lo primero que hizo fue buscar la unidad, la unión de la comunidad, él fue quien fomentó la idiosincrasia del pueblo luqueño, de la devoción a la Virgen del Rosario y todo eso es lo que decidimos inmortalizar con el monumento”, indicó.
Meyer dijo que mediante el conjunto escultórico se desea emitir un mensaje claro y contundente de unidad e identidad propia. Indicó que actualmente el santuario Virgen del Rosario es el más activo de toda la Arquidiócesis de Asunción, debido a la gran participación de la gente en las misas diarias y en los sacramentos.
“Lo que nos falta es evangelizar más. Estamos reforzando la catequesis en la iniciación a la vida cristiana, pero uno de nuestros objetivos es trabajar con mayor intensidad y participación en los asentamientos, que son nuevas poblaciones con muchas carencias y queremos integrarlos a la iglesia católica”, señaló el religioso.
Por otro lado, monseñor Meyer instó a la ciudadanía luqueña a rezar por el fin de la pandemia del covid-19.