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Adaptarse a los tiempos modernos sin perder la esencia del ñandutí, innovando constantemente y fusionando varias técnicas, en definitiva, “es la clave” para seguir con la industria, expresó Dora Grijalba de Ramírez. En ese contexto, explicó que junto a otras artesanas elabora, por ejemplo, posavasos de madera en cuyos bordes se destacan el puntillismo y en el centro el infaltable ñandutí.
“Tenemos que adaptarnos a la moda. Actualmente todos quieren usar en alguna prenda el ñandutí. El puntillismo es algo muy nuevo y esa mezcla creo que va a resultar. Tenemos que seguir innovando”, insistió.
Agregó que el mercado se diversificó y que ya no solo se comercializan manteles e individuales, sino variados artículos como carteras, calzados, remeras, vestidos, banderas y mucho más.
“Adaptarse a la moda e innovar constantemente ayudará a mantener la técnica del tejido a mano en hilos finos y gruesos”, expresó.
Impulsar el turismo
Aseguró además que fomentar el turismo con guías que conozcan las tradiciones de cada ciudad ayudará a que repunte el comercio artesanal en nuestro país.
“Antes se realizaban muchas excursiones con guías turísticos y sí o sí llegaban hasta nosotros. Hacían varios recorridos de lo que llamaban “Circuito de oro”. En esa época vendíamos muchísimo, pero ahora ya casi no hay excursiones”, mencionó.
Doña Dora manifestó su deseo de que los jóvenes incursionen en la elaboración del tejido “para que la industria del ñandutí no muera”. Es una joya de nuestro país que debe ser promocionada para que puede ser preservada con el paso del tiempo, dijo.
Expresé mi deseo a varios candidatos a intendente para que impulsen la elaboración del tejido, aunque dudo que estén interesados”, dijo.
Dora Grijalba de Ramírez. Ella es una de las que tejió a mano el vestido de ñandutí de la Virgen del Rosario de Itauguá, que la imagen luce durante la festividad.
La prenda fue donada hace unos años a la protectora espiritual de la comunidad como muestra de su devoción, comentó.
La artesana aprendió a tejer a los siete años de edad con su abuela Ruperta Coronel (+) y desde hace 52 años está al frente de su local comercial ubicado en el centro de Itauguá. En varias ocasiones fue visitado por renombradas personas, comentó con satisfacción.
La tejedora fue la diseñadora del vestido de la ex Miss Paraguay Pamela Zarza, quien lució la bella prenda con diversos colores, totalmente de ñandutí. Esta obra obtuvo el primer puesto como mejor traje típico en el certamen de Miss Universo en el año 1992, resaltó orgullosa.
La artesana recibe la ayuda de su hija Dora Liz Ramírez Grijalba en la elaboración de los artículos de ñandutí.