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En 1998, se inició este emprendimiento familiar que fue creciendo y posicionándose en el mercado de la gastronomía entre las mejores en cuanto a la elaboración de empanadas. Ella se siente orgullosa de que sus clientes los elijan todos los días, de llenar las expectativas y mantener la calidad de sus productos. “Lograr y mantener una empresa no es fácil, se requiere de mucha perseverancia y dedicación”, asevera.
“Hoy, a puertas de cumplir 69 años, estoy feliz, porque me considero hija de nuestra querida madre la Virgen María Auxiliadora. Me enorgullece que esta empresa está liderada por mujeres”, afirma con orgullo. “Un consejo es creer en Dios, creer en uno mismo, luchar por los sueños y que los tiempos de Dios son perfectos. Ser fuerte y aceptar los desafíos que da la vida”, es el mensaje que deja a todas las mujeres.