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Atendiendo el histórico pedido de la industria nacional de combatir el ingreso ilegal de productos y considerando el cambio de autoridades del Gobierno, desde la industria Saprocal aprovechan para pedirles compromiso con todos los sectores productivos del país, de modo a crecer establemente y con impacto en toda la cadena de producción. “Tener en cuenta al contrabando como un flagelo y un problema de Estado, pues puede llegar a destruir el mercado nacional”, advierte Violeta Ceuppens, presidenta de Saprocal.
Esta industria, que tiene entre sus marcas estrella a La Pradera, se inauguró el 11 de mayo de 1995, en Benjamín Aceval (Chaco), en el kilómetro 80, con el anhelo de que los estancieros formasen una cuenca lechera. Veinte años después se mudó a la ciudad de Capiatá (Central), a una planta más moderna y con mayor capacidad.
“La calidad de leche obtenida, el esquema establecido de asesoramiento técnico y humano de nuestro tambo propio fueron utilizados como parámetros para la incorporación de otros tambos”, comenta Ceuppens, haciendo referencia al crecimiento pese a las adversidades por el flagelo del contrabando.
Menciona que también se procesa leche procedente de las colonias menonitas de San Pedro y Canindeyú, y de otros puntos del país, pero en menor cantidad. Actualmente se procesan 120.000 litros de leche certificada por día. La gama de productos, además de la leche, se diversifica bajo las marcas La Pradera y Tambo Blanco, que son líneas de queso, dulce de leche y yogures.
Ceuppens resalta que es la primera compañía láctea en Paraguay en desarrollar una línea de productos esterilizados UAT/ LARGA VIDA, en envases flexibles tipo sachet que se pueden conservar sin cadena de frío hasta el vencimiento. La vida útil de dichos productos es de 60 días, conservando sus características e inocuidad (los que existen en el mercado con estas características son envasados en envases rígidos). “Por la duración se los denomina también larga vida”, comenta.
Añade que otro plus de la producción es que el plástico utilizado en el envase es reciclable y no contiene aluminio y, de esta manera, son sometidos al ciclo de reciclado y reutilización para otros fines posteriores. “Nuestros envases son los más amigables con el ambiente entre los que se comercializan a nivel nacional”, explica.