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Así lo afirma el presidente del gremio, Ramón Villalba, quien lamenta que las panaderías se van cerrando a causa de que sus principales clientes –las despensas, almacenes y copetines– van desapareciendo de los barrios.
“No estamos trabajando bien”, lamenta Villalba. “Nuestro problema mayor es el levantamiento masivo de supermercados y minimercados, lo que hace que los almacenes y despensas se cierren en los barrios. Entonces, no tenemos prácticamente venta”, manifiesta.
“Ellos hacen sus propios productos y después venden. No compran de afuera”, señala.
Villalba indica que han tenido comunicación con este sector. “Tenemos conversación con los supermercados, para que puedan comprar los productos”, comenta.
Seguir en la lucha
Debido a la situación señalada, el Centro de Propietarios de Panaderías y Fideerías del Paraguay de 150 socios que tenía, bajó a 60 aproximadamente. “Hay mucha gente que se deja de la panadería, porque no alcanza. Ahora estamos muy pocos, pero hay que tratar de seguir luchando. No hay otra”, señala.
En la actualidad, prácticamente la entidad ya no organiza actividades, para generar más ingresos. Por un lado, como consecuencia de la pandemia del coronavirus y ahora por la epidemia de la chikunguña. “No podemos hacer eventos, porque la gente no quiere salir, no sale”, explica.
Pese al momento difícil, Villalba insta a no bajar los brazos y seguir luchando por continuar. “El gobierno debe pensar más en nosotros y que los supermercados compren de los panaderos. Así únicamente vamos a tener más fuerza, porque vemos que en cada barrio cada vez más desaparecen las panaderías, porque los almacenes van terminando de a poco”, manifiesta. “Vamos a ver qué pasa con el tiempo. No hay que perder la esperanza, porque estamos dispuestos a trabajar”, finaliza.