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La temperatura es el elemento más importante que influye directamente en el confort térmico de las aves.
La temperatura interna de estas es de 40° C y 41° C y su organismo se porta como un sistema termodinámico que intercambia energía con el ambiente de forma continua, considerando este intercambio la temperatura ambiente indicada para ponedoras en fase de producción rondaría los 21°C a 23º C.
Por tratarse de animales homeotermos, su sistema fisiológico trabaja para mantener esta temperatura estable, accionando así mecanismos de respuesta cuando son sometidas a desafíos térmicos.
De esta forma el medio ambiente juega un papel importante, ya que puede producir variaciones internas en el animal. Tales ajustes ejercen acción directa e inmediata sobre las respuestas comportamentales, productivas y reproductivas de las aves.
Al producirse una variación en la zona de confort térmico que oscilaría entre 15°C y 25ºC, ya sea por encima o por debajo de la misma, ocasiona cambios fisiológicos en el organismo de las aves que influyen directamente en su salud, provocando picos de estrés, descenso en la producción, variaciones en el consumo alimenticio y agua, aparición de enfermedades e incluso mortandad.
En la empresa Bio Natural SA contamos con una línea de equipamientos automatizados para galpones avícolas de la marca
Plassón que mantienen la temperatura dentro del rango deseado a través de mecanismos de enfriamiento o calefacción, brindando el confort que necesitan las aves para alcanzar el máximo nivel en rendimiento productivo.