Mitos del uso de hormonas en aves

En varios países, un mito que se mantiene sobre la alimentación humana es la sospecha de que se emplean hormonas en la crianza de los pollos. Como se explica más adelante, esta creencia no es solamente falsa, sino que, a la vez, muy ilógica, señala en este artículo el Ph. D. Nick Dale, especialista en nutrición.

La mejora genética existe desde hace tiempo, no son hormonas.
La mejora genética existe desde hace tiempo, no son hormonas.GENTILEZA

Cargando...

Es lamentable que, a veces, empresas avícolas –como parte de su programa de mercadeo– aseguren al público que no usan hormonas, posiblemente implicando que la competencia sí lo hace. Como es impráctico usar hormonas en la avicultura, estas declaraciones hacen recordar a políticos populistas que emiten “aire caliente” sin ningún sentido.

En los Estados Unidos, si una empresa desea asegurar a sus clientes que no usa hormonas, lo puede hacer en su etiqueta, pero con la obligación de también incluir la frase: “El uso de hormonas y esteroides es ilegal en la avicultura”. El propósito es evitar que el público sea confundido o decepcionado.

Se puede preguntar, precisamente, cuáles son las hormonas que no se usan. La verdad es que hay solamente dos candidatos: la estrógena y la hormona de crecimiento (growth hormone).

Hace 70 años, cuando un pollo demoraba 15 o 16 semanas para llegar al peso de sacrificio, la carne de los machos se endurecía. Una solución era castrarlos (produciendo capones) o lograr el mismo efecto con el estrógeno, una hormona femenina. Como los pollos, actualmente, se sacrifican a las cinco o seis semanas, la textura de la carne ya no es un problema. Por supuesto, como las hembras crecen más lentamente que los machos, la suplementación de estrógeno bajaría la tasa de crecimiento de los machos. Es decir, su uso sería contraproducente.

La hormona de crecimiento (igual que la insulina) es hormona proteica. Así, tiene que ser inyectada. La administración por vía oral (en el alimento) es imposible porque las proteínas se digieren en el estómago/molleja. Pensar que se puede inyectar 25.000 pollos por galpón, dos veces al día, es absurdo. Como ninguna firma farmacéutica elabora la hormona de crecimiento de pollos, habría que usar de otras especies, lo cual es sumamente costoso. Se ha calculado que el costo podría llegar a US$ 100 por ave. Aparte de eso, no hay investigaciones que indican que la administración de la hormona de crecimiento estimula el crecimiento a corto plazo. El pollo solo vive seis semanas. Los adelantos en la producción avícola son resultado de grandes éxitos en la genética, nutrición y sanidad de las aves.

Las actividades intencionales para confundir al público sobre algo tan esencial para su salud, como es la alimentación, no solo son erróneas, sino también inmorales.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...