Este tipo de agua mineral natural también se la denomina de acuífero confinado. Tal concepto se refiere a una formación geológica en la que el agua se encuentra protegida entre dos capas impermeables (a diferentes presiones atmosféricas) donde permanece pura y libre de toda contaminación. 

Por ello, en su proceso de envasado no se altera mediante ningún proceso, para que conserve todos los minerales y nutrientes propios de su origen, como el sodio, potasio, magnesio y calcio.

El agua mineralizada, por el contrario, se produce extrayendo los minerales no aptos para el consumo humano, añadiéndoles aquellos que sí lo son. 

En el proceso de desmineralización se corre el riesgo de eliminar los minerales que sí son aptos para el cuerpo. Para compensar esta falencia, las empresas que comercializan agua embotellada realizan el proceso artificial de mineralización.

Hoy se reconoce que aproximadamente el 80% de las enfermedades crónicas resultan de una alimentación ácida en abundancia. Un equilibrio estable de ácidos es esencial para la salud.

Con el consumo de agua alcalina (con óptimos valores de pH, situados entre 8,5 y 9,5) se logra una mejor circulación sanguínea, entre otros beneficios importantes para un estilo de vida saludable.