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La leche es un alimento insustituible en la alimentación de las personas y como tal su promoción es constante.
A nivel local, el sector lechero es dinámico y de gran crecimiento que supera los distintos desafíos que ocurren en su entorno y que lo afectan directamente, como la sequía, aumento del combustible y alimentos para las vacas, por citar algunos.
Otro desafío tiene que ver con el consumo de leche diariamente, en las personas, cifra que aún está por debajo de lo aconsejado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda que cada persona consuma anualmente unos 180 litros de leche.
Para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en todo el mundo, pero principalmente en los países en desarrollo, la producción de leche aumenta cada año.
Se trata de un alimento equilibrado que además es un elemento clave de la seguridad alimentaria.
La leche representa la fuente de ingresos y forma de vida de alrededor de un 10% de la población mundial.
Los pequeños productores producen casi la totalidad de la leche en los países en desarrollo.
Los productores privados, principalmente a través de la Cámara de Industriales Lácteos (Capainlac), trabaja en la promoción del consumo de leche y derivados haciendo énfasis en los beneficios que brinda este alimento, a lo largo de la vida.
La FAO destaca la importancia del Día Mundial de la Leche, que se recuerda el 1 de junio desde 2001, como una oportunidad para enfocar la atención en los beneficios de este producto.
Las distintas actividades realizadas muestran la importancia social y económica del sector lechero, para la generación de mano de obra familiar, y como uno de los productos más importantes de la dieta diaria de todas las edades.
Médicos y especialistas nutricionales dan cuenta del valor que la leche brinda todos los días, debido a sus propiedades nutritivas, de ahí la necesidad de implementar planes sanitarios y mantener el control de calidad de la leche.