Cargando...
“A pesar de la situación en la que nos toca vivir, la industria láctea en general, en especial Lactolanda, se encuentra en un proceso ascendente de producir y lanzar al mercado productos que son requeridos por el consumidor”, fue el comentario de Bernie Friesen, ejecutivo de la Cooperativa La Holanda.
Expresó que para cumplir con los estándares de mercado, es importante contar con una infraestructura de primer nivel, con colaboradores capacitados, honestos y sumamente competentes.
“Lactolanda responde con calidad y responsabilidad, porque sin lugar a dudas estamos viviendo una transición en la cultura del consumo de productos lácteos, es decir, hay más conciencia sobre la importancia de su consumo”, destacó Friesen.
CRECIMIENTO SOSTENIDO
A nivel industrial, Lactolanda trabaja en la elaboración de nuevos productos y prosigue la fase final de la obra de ampliación del área de fabricación de la leche en polvo, que se estima concluirá este año. “Es una obra que requiere un esfuerzo económico muy importante. Se proyecta como una infraestructura que incluye tecnología de punta, de última generación”, comentó el gerente.
De esta manera, la empresa llegará a 750.000 litros de producción diaria para generar leche en polvo.
DESAFÍOS
Bernie Friesen manifestó que para los socios de la Cooperativa La Holanda fue necesario encontrar la manera correcta de sobrellevar una situación tan delicada como lo fue la pandemia. Habló de la necesidad de adecuarse a un modo de vida totalmente diferente. “Al margen de esa situación, estamos trabajando para seguir creciendo, esto tiene como consecuencia un aporte social invalorable. Crecimiento significa, entre otras cosas, generar nuevos puestos de trabajo”, reflexionó.
A su criterio, dentro de la industria láctea, existe una competencia sana y muy constructiva que, en cierta manera, otorga un importante estímulo para innovar y mejorar.
CAMBIOS CON LA PANDEMIA
A nivel productivo, para Friesen no hubo un cambio radical, porque de por sí la industria exige mucho cuidado desde el punto de vista sanitario, aunque se presentaron pequeños cambios que, en la suma, hicieron replantear ciertos procesos. “Se reforzó al máximo el control sanitario en todas las áreas de la empresa. Nos volvimos extremadamente cuidadosos en los mínimos detalles. Minimizamos todo tipo de riesgos, de manera a seguir ofreciendo los mejores y más saludables productos lácteos del país”, reforzó.
Teniendo en cuenta la salud del consumidor, desde Lactolanda la propuesta fue vincularse con sus consumidores a través de un tono de comunicación positivo y de una imagen saludable.
ESTABILIDAD POLÍTICA EN FAVOR DE LA INDUSTRIA
Desde la Cooperativa La Holanda existe la creencia de que la tan anhelada estabilidad política, es en gran medida una garantía de un ambiente económico más seguro. “Un país transparente en sus gestiones, es un país sano”, remarcó Friesen. Añadió que la industria láctea aporta lo suyo, y espera que el gobierno de turno sepa valorar y administrar ese esfuerzo.
El gobierno desempeña un papel parcial e indirecto, aunque fundamental como estimulador. “Creemos que la política que tiene éxito es aquella que crea un marco en el que las empresas puedan lograr ventajas competitivas. Esperamos que tenga la capacidad suficiente para mantener y mejorar aún ese marco industrial que favorece a todos”, expresó.
APOYO A COLABORADORES
A nivel gerencial, Lactolanda puso en marcha diferentes medidas que favorezcan a la protección de la salud de los colaboradores dentro de la industria, entre ellos, protocolos de control de temperatura, distanciamiento social, además del aumento de medidas de higienización y desinfección.
Implementó las políticas y prácticas orientadas al bienestar familiar, como la protección del empleo, del ingreso y ausencias pagadas por cuestiones de salud, que también se pusieron en marcha.
URGE AUMENTAR EL CONSUMO DE LECHE
De acuerdo al último registro a nivel país, el promedio de consumo de leche subió a 130 litros anuales per cápita, no obstante, la recomendación de la FAO (La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) es de 180 litros. Sin embargo, esta cifra ya se encuentra por encima del promedio mundial que es de 110 litros per cápita.
Por esta razón, las empresas que forman parte de las Cámara Paraguaya de Industriales Lácteos (Capainlac) desarrollan campañas de difusión con miras a incentivar un mayor consumo de productos lácteos, con miras a satisfacer las necesidades nutricionales del ser humano. Igualmente, las actividades realizadas en el marco del Día Mundial de la Leche, persiguen el mismo fin.