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La industria nacional creció en la última década a una tasa anual del 4,4% frente al conjunto de la economía paraguaya, cuya expansión promedio en ese periodo se situó alrededor del 4,3%. Entre los sectores industriales que se destacan en desempeño citó al químico, frigorífico, metal-mecánico, lácteo, siderúrgico, alimenticio, entre otros.
Comentó que en el 2020, en el contexto de pandemia, la industria sufrió un impacto menor que el comercio de bienes y servicios. Y aunque, según datos del Banco Central del Paraguay (BCP), cerró el periodo anterior con una contracción del -0,5% en comparación con el 2019, varios sectores crecieron a un ritmo saludable, como el sector agroindustrial –carnes, lácteos y azúcares– , y el de los minerales no metálicos y metales comunes, cuyo uso se reserva a la construcción.
“En lo que va de 2021, la industria mostró una tendencia a acelerar su proceso evolutivo, mostrando gran dinamismo y poder de innovación. Así las cosas, se espera cerrar el año con un crecimiento promedio de 8,5%, según proyecciones del BCP”, señaló el titular del MIC.
Respecto a las inversiones industriales, Castiglioni informó que unos 55 nuevos proyectos fueron aprobados bajo la Ley N° 60/90, que constituyen un aumento del 57% con relación al mismo periodo de 2020 y que generarían unos 1.942 nuevos puestos de trabajo, con un monto equivalente a G. 473.500 millones.
En cuanto a la dinámica económica de este sector industrial, indicó que en este año, unas 211 empresas, 10 más que el 2020, han importado materias primas e insumos por US$ 224,7 millones en el primer semestre, lo que representa 42% más que el valor registrado en el mismo periodo de 2020.
Destacó que las importaciones de material de hierro y acero han superado a las de otros rubros, lo que refleja al desempeño de los sectores metalúrgico y de la construcción. En segundo lugar, mencionó los sectores de los principios activos y otros productos químicos, utilizados tanto en la elaboración de abonos, fertilizantes y defensivos agrícolas que proveen al sector agropecuario, así como también para la fabricación de medicamentos para la industria farmacéutica.
Le siguen, en importancia, el sector de la manufactura de textiles, confecciones y otros, así los domisanitarios y la industria gráfica, todas ellas con crecimientos variados en volumen y valor de importaciones frente al 2020.
Estimó que las empresas que operan en el régimen de la ley 60/90 emplean a casi 30.000 personas, y son responsables, entre otros, del abastecimiento al sistema sanitario nacional a través de la provisión de medicamentos, indumentarias, insumos y otros de vital importancia en la coyuntura de emergencia a causa de la pandemia por Coronavirus.
Entre otras cosas, en la larga entrevista, Castiglioni manifestó que para fortalecer la resiliencia económica, al margen de las acciones enfocadas en aumentar la competitividad del sector primario, mencionó el plan de seguir apoyando los esfuerzos de otros sectores con capacidad exportadora. “Me refiero a aquellos que están enfocados en la producción de bienes no tradicionales con valor agregado y sobre todo a los servicios, porque constituye un sector cuya expansión reviste particular interés para un país sin litoral marítimo como el nuestro”, puntualizó.