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El local de Los Laureles es uno de los 13 edificios paraguayos que cuentan o están en proceso de obtener La certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) desarrollada por el Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos.
Con sus aires bávaros, sus techos a dos aguas y sus cabriadas, el edificio remite a los orígenes de las familias de inmigrantes alemanes de las que descienden los fundadores de Casa Rica. Pero va mucho más allá, ya que para obtener la certificación debió adoptar rigurosas normas desde antes incluso del inicio de la obra, y poner el foco en la sustentabilidad con respecto a la eficiencia de las instalaciones. Eso se reflejó, por ejemplo, en un proceso de construcción limpio, y seguirá vigente en el uso responsable de energía, agua y calidad del aire.
En ese contexto, se construyeron tres tanques con capacidad de almacenar agua de lluvia que luego será reutilizada para el 100% del riego, la limpieza de superficies externas, y cisternas y mingitorios. Esto último cumple además la función de aliviar los raudales que pudieran formarse en la zona. Además, fueron habilitadas 32 plazas de estacionamientos para bicicletas y estacionamientos preferenciales para quienes llegan en vehículos compartidos.
Arte y sabiduría ancestral
Agrial, ambay, cardo santo, cepa caballo, begonia, guayaba, agosto poty, ceibo, caña brava y otras plantas medicinales paraguayas están desplegadas en un inmenso mural que le otorga color y alegría al salón. Fue realizado en forma conjunta por Estudio 8, un obrador de arte formado por Iván Vázquez (biólogo), Pablo O’Connor y Oz Montanía (ilustradores y muralistas).