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“Haber sido parte de este edificio que marca un antes y un después en la historia edilicia corporativa de Asunción, el haber aportado un granito de arena en lo que pudimos, representa un gran orgullo ser parte de este proyecto”, confiesa.
Respecto al trabajo realizado en el edificio, la arquitecta Romero señala: “Desde el inicio con el equipo de diseño se trabajó con todos los detalles teniendo en cuenta las especificaciones técnicas de los ambientes a ser instalados y la provisión de muebles de alta calidad con procesos industrializados”.
En ese sentido, trabajaron con productos de calidad. “Los materiales utilizados fueron melaminas y mdf, que fueron importados, mesadas, material premium sintético y con terminaciones de calidad de fábrica”, indica.
Para la profesional, este edificio se convierte en un ícono de la ciudad. “Un punto y aparte de lo que se venía viendo o haciendo, un hito en lo que respecta a la historia edilicia no solo en lo que se refiere a la parte que compete a lo estructuralmente hablando, sino que en su diseño, técnica, ejecución, materiales. Todo te deja sin palabras. Es algo nunca visto. Representa la tecnología inserta en nuestro país”, describe con orgullo.