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La persistencia, entrega y amor al trabajo, más la unión familiar, fueron claves para dar impulso firme al emprendimiento lechero, que nació de manera casera y artesanal en 1955 y dio un salto exponencial en 1983 con la industrialización de la producción.
La calidad y la excelencia estuvieron siempre en primera línea; así lo remarca José Figueredo Nicora, de la segunda generación familiar de Lácteos Doña Angela, quien junto a sus cinco hermanos María Luisa, Diana, Mercedes, Felipe (+) y Víctor (+), lograron encaminar el legado de sus padres Federico Camilo Figueredo y doña Angela Nicora.
Marca estrella
Bajo el nombre de Granja Guarapi, la actividad agrícola ganadera, con énfasis en la producción lechera, tuvo sus inicios en una modesta propiedad en Yaguarón, donde la distribución, en ese entonces, era a pie y a caballo. Pero el aumento de la demanda, sumado a la escasez de leche en el mercado, obligaron al matrimonio Figueredo Nicora a realizar nuevas inversiones para ampliar el área de cobertura.
Fue así que en 1958, las ventas empezaron a mejorar y elevar aún más con la adquisición de una camioneta, desde la cual se realizaban las entregas, sin intermediarios.
La producción de leche estaba a cargo de doña Angela, más conocida entonces como “Pochocha”, mientras que la distribución fue delegada desde entonces a los seis hijos, quienes además de comercializar el alimento en su ciudad natal, tomaron la posta de hacer la entrega a domicilio en ciudades de la Gran Asunción.
Crecimiento sólido basado en valores
Cuando estos comenzaron la universidad, y tras varios viajes al exterior, de donde rescataron ejemplares experiencias, se animaron y asumieron el desafío de industrializar la producción, en un predio ubicado en Asunción.
De esta manera, se oficializaba la creación de Agro Industrial Guarapi (primero como unipersonal y luego SA), para Lácteos Doña Angela, un 12 de noviembre de 1983.
Hoy, con una moderna planta industrial, una gran gama de productos, y llegando a mercados emergentes, celebra este aniversario agradeciendo a cada uno de sus clientes, proveedores y colaboradores.
“El éxito es resultado de hacer el bien día a día. Es el consejo que nos inculcaron nuestros padres y que sigue vigente”, rescató el socio fundador de Lácteos Doña Angela.