81 Aniversario Ciudad Fernando de la Mora

“El árbol que habla” sobrevive al metrobús

“El árbol que habla” es un añoso ejemplar de yvapovõ que en otros tiempos, principalmente durante la Guerra del Chaco (1932-1935), marcó historia en la actual Fernando de la Mora. En el 2018 estuvo en peligro a causa del metrobús, proyecto vial que finalmente fracasó.

Otras plantas vecinas, principalmente de tajy, fueron sacrificadas inútilmente sobre la ruta  Mcal. Estigarribia. Al fondo, la copa de  “El árbol que habla”.
Otras plantas vecinas, principalmente de tajy, fueron sacrificadas inútilmente sobre la ruta Mcal. Estigarribia. Al fondo, la copa de “El árbol que habla”.Archivo, ABC Color

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Sobrevivió. “El árbol que habla” por muy poco no corrió la misma suerte que la de otras decenas de plantas, muchas de lapacho, que estaban a lo largo de la ruta Mariscal Estigarribia en la jurisdicción de Fernando de la Mora y que lastimosamente terminaron taladas en el marco de un proyecto vial, el metrobús, que desde el principio parecía condenado al fracaso, como ocurrió al final. El MOPC anunció su suspensión el 24 de octubre de 2018, aunque ya se habían causado cuantiosas pérdidas económicas a frentistas y comerciantes a lo largo de la citada vía, además de los daños ecológicos.

¿De dónde viene su historia? Cuando el 14 de mayo de 2018 operarios de la constructora portuguesa Mota Engil (contratista del metrobús), motosierras en mano, comenzaron a echar los árboles cercanos a Calle Última, los vecinos salieron a defender una planta en particular y allí contaron su historia. Esteban Estragó, nieto de uno de los “padres” de la ciudad de Fernando de la Mora, relató lo siguiente en aquella ocasión: “Mi abuelo, Esteban Estragó Trías (español), fue padre fundador de la ciudad y nuestra casa siempre estuvo frente a este árbol. Teníamos el Cine Terraza, que fue declarado patrimonio municipal histórico. Mi abuelo era el único que tenía radio (en la primera mitad del siglo pasado) en la ciudad y entonces puso un parlante en el árbol y cada vez que había noticias sobre la Guerra del Chaco, él avisaba con bombas y la gente venía a escuchar. Algunas veces había malas noticias, muchas madres, esposas e hijas quedaban llorando a sus familiares bajo este árbol. Esa es la carga emocional que yo siento, es muy importante para la historia de la ciudad. Es un árbol de yvapovõ con más de 100 años”, resaltó.

El desordenado y escaso avance del metrobús ya era un acuciante y perjudicial problema entonces para los fernandinos.

“Este árbol forma parte del patrimonio cultural de la ciudad. Mi padre y mi hermana escribieron un libro sobre la historia de Fernando de la Mora, una ciudad sin aparente historia, le dicen ciudad dormitorio, por eso queremos rescatar el patrimonio. Mi padre me dejó ese legado, algo teníamos que hacer”, relató cuando entonces trataban de proteger ese ejemplar de yvapovõ con un cerco, carteles y hasta globos para llamar la atención.

Hoy ya no es el árbol de altas ramas del siglo XX, pero sigue vivo, en pie en la esquina de Mcal. Estigarribia y Pedro Getto, a dos cuadras del viaducto de Calle Última, frente a un local comercial que otrora fue la “Librería Casa Bastus”, propiedad de un español con ese apellido.

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