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En el barrio San Rafael, en las adyacencias del puente Remanso, la pesca y la comercialización de frutos del río Paraguay se constituyen en importantes fuentes de ingresos económicos. El lugar, considerado un símbolo de la comunidad, es visitado por turistas nacionales e internacionales.
En el sitio, anteriormente, las esposas de los pescadores se encargaban de la limpieza de los pescados y de la venta. Con el paso del tiempo, entre las hacendosas mujeres surgió la idea de vender platos elaborados de pescado y la hicieron realidad.
Los primeros platos tuvieron una rápida aceptación. Gracias a la positiva experiencia, la elaboración de las exquisiteces caseras se puso “de moda” en la zona.
En el año 2010, “las pescaderas de Remanso” recibieron capacitación en atención al cliente. Luego, conformaron la Asociación Kuña Kyre’y (Mujer dinámica) y obtuvieron un aporte de G. 117 millones de la organización australiana Promoción Para el Desarrollo (Propade) y de la Gobernación de Central.
Actualmente, es una parada obligada de los amantes de los manjares elaborados con pescado. Gran cantidad de comensales concurren a diario a los comedores con el fin de saborear los platillos y también para comprar ejemplares de las diversas especies ictícolas para compartir en almuerzos o cenas con familiares y amigos.
Milanesas, chupín, cazuelas, romanitas, grillé de surubí, empanadas y croquetas recién preparadas son parte del menú diario en los comedores. Estos espacios, cada vez más modernos y cómodos, tienen vistas al río Paraguay.
Para que la visita sea inolvidable, el ambiente en cada comedor es amenizado por músicos que interpretan polcas kyre’y o baladas.
Piden mejorar acceso
Las trabajadoras destacaron la cantidad de visitantes que reciben a diario. Sin embargo, coincidieron al señalar que urgen obras de mejoramiento de la calle de acceso al lugar.