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Los amantes de los manjares elaborados con pescados capturados en el río Paraguay y el riacho San Francisco concurren a diario a los comedores instalados en el barrio San Rafael de Mariano Roque Alonso. En el sitio se pueden saborear platillos con la apreciada carne blanca, como también comprar ejemplares de las especies ictícolas para compartir con familiares y amigos en la tranquilidad de la casa.
Los comedores son cada vez más cómodos, con vistas al río, y en ambientes amenizados por músicos paraguayos, como Gabriel Domínguez, quien hace 17 años llega desde Loma Pytã (Asunción) hasta el barrio San Rafael para deleitar con su arte a los comensales.
Entre los platos más solicitados se encuentran el popular chupín, caldo de surubí, soyo de piraña, empanadas, romanitas, milanesa de surubí, milanesa rellena con queso y cazuela de surubí. Todos satisfacen a los paladares más exigentes.
El negocio de los comedores comenzó con las esposas de los pescadores, en su mayoría primas. Al principio solamente se encargaban de la limpieza y venta de los pescados.
Un día surgió la idea de incursionar en el arte culinario para aprovechar la abundancia y variedad. La aplicaron y hubo rápida aceptación de los lugareños.
La buena fama de los platos caseros de los comedores se propagó y en poco tiempo el sitio se convirtió en destino obligado de visitantes.
El éxito impulsó a las hacendosas señoras a organizarse para mejorar sus instalaciones y así construyeron pequeños comedores de materiales rústicos, que con el transcurrir del tiempo fueron mejorando. En el año 2010 las pescadoras de Remanso, como comúnmente se las conoce, también recibieron capacitación en “atención al cliente”.