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La industria de balanceados se instaló hace más de 25 años con el objetivo de generar productos de consumo interno exclusivamente de los asociados para el desarrollo de la actividad pecuaria. Comenzó con una fábrica de capacidad nominal de 3,5 Tn/h, refirió Charlotte Dietze, gerente de producción de la industria.
Con el pasar del tiempo, gracias a la calidad del producto y la solicitud de otros clientes no socios, para satisfacer esa demanda en el año 2012 la CCU realizó proyectos e inversiones importantes en la ampliación de la capacidad productiva de la industria. Realizó la instalación de equipos tecnológicos con capacidad de producción de 10 Tn/h, dijo Dietze.
En el año 2016 se logra alcanzar la capacidad total de la industria de 20 Tn/h, con la habilitación de una línea más de peletado.
Actualmente, para satisfacer los proyectos productivos, como el Programa Leche; Unidad Productora de Leche (UPL) que lleva adelante la cooperativa, tuvo la necesidad de instalar una tercera línea de producción de balanceados a través de una inversión millonaria en tecnología con capacidad nominal de 40 Tn/h más.
“Con esto logramos ser la industria de producción de balanceados más grande del país actualmente”, destacó Charlotte Dietze.
A través de diferentes departamentos, como el de Producción, Ventas, Calidad, Logística, Administrativo y la Dirección, la industria trabaja para lograr el objetivo que es satisfacer la demanda nacional del balanceado. Llega en forma directa a clientes finales, distribuidores, a diferentes sucursales y agencias que tiene la cooperativa en todo el país, generando una cadena de movimiento económico importante, indicó.
La industria de balanceados no solo impacta en la producción pecuaria, sino tiene una relación directa con la parte agrícola. Los socios de la CCU producen las materias primas, granos y derivados que son entregados, procesados y almacenados en las distintas sucursales y seguidamente son enviados a la industria, dándole un valor agregado.