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“También es importante mencionar el apoyo de los directivos, que nos acompañan constantemente. Sin el respaldo de los socios y directivos, nada sería posible”, agrega.
Como responsable de la gerencia administrativa, encuentra que la automatización en los procesos descomprime la complejidad de la administración en general de una empresa de esta magnitud, que crece año tras año. “El apoyo de la gerencia, de la junta directiva y también de los asociados es de suma importancia para encarar los desafíos constantes en un área que debe desarrollar su labor de manera eficiente. Es un respaldo que siempre tuvimos, las inversiones necesarias se hacen en tiempo y forma”, alude.
Capacitación es constante
“De Nueva Zelanda trajimos la idea de adquirir los equipos tecnológicos que instalamos en los camiones transportadores de leche cruda. Esta tecnología permite realizar la toma de muestras de forma automática. Fuimos, de hecho, la primera empresa láctea en contar con esta tecnología de punta”, afirma Stephen Krause, jefe de compra de leche cruda y recolección de la leche de los tambos.
Tienen 28 camiones para la recolección que cuentan con ese sistema. “Este sistema tecnológico nos ayuda a cumplir un protocolo interno que asegura y garantiza la calidad de la materia prima que luego se convertirá en el producto que todas las familias disfrutan”, asegura.
Prima la calidad
La Cooperativa La Holanda cuenta con Saple (Servicio a Productores de Leche), una unidad que da todos los soportes a los productores de producción primaria.
“Diez años atrás, en la zona no se contaba con la tecnología que hoy en día facilita el control. Por ejemplo, del estado de las vacas. Desde la computadora o el celular, el productor puede acceder a informaciones vitales sobre cada vaca de su tambo. Puede saber si la vaca tiene problema de parto, de mastitis, de alimentación, y también es capaz de detectar el celo en vaca y el momento oportuno para la inseminación. Además, esta tecnología tan avanzada puede medir la proteína y la grasa del animal”, explica Dennis Klippenstein, gerente de Saple, que registra un crecimiento sostenible, con resultados muy positivos.