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Hoy, llegando a los 30 años, da la sensación de haber cumplido, que hemos realizado un gran trabajo a lo largo de tres décadas recorriendo un camino bastante difícil, pero placentero. Miramos el pasado y pensamos que nuestros aciertos fueron mayores que cualquier error. Eso sí, existen cosas que quizás pudimos haberlas hecho mejor. Sin embargo, todas esas vivencias son las que nos trajeron hasta aquí. Construimos una empresa bien estructurada, organizada, con bases sólidas y preparada para seguir creciendo”, asegura.
“Cuando uno inicia un emprendimiento imagina que un día va a ser grande, pero yo nunca imaginé que tendríamos una empresa tan grande y un grupo empresarial como lo somos ahora. En el medio del camino me fui dando cuenta que el sueño era posible sin importar las dificultades o necesidades, y ahora, las condiciones están dadas para que Agrofértil continúe creciendo”, agrega.
Actualmente, la empresa vive un recambio generacional. “Durante este tiempo aprendí que necesariamente uno tiene que separar la persona de la empresa, porque la empresa es una institución que debe ser preservada independientemente de los líderes y accionistas. Hace 10 años comenzamos a pensar en esto, por lo que decidimos participar constantemente en conferencias y eventos donde se abordan la importancia del recambio generacional y su impacto dentro de una empresa”, sostiene.
En la actualidad hay varias personas de la segunda generación de la familia: hijos y sobrinos involucrados en las empresas del grupo.