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MAURICIO JOSÉ TROCHE (Alberto Guido Pérez, corresponsal). El temporal que azotó esta comunidad el 1 de octubre pasado dejó múltiples secuelas en la zona. Varias familias quedaron sin techo, mientras que los agricultores sufrieron pérdidas de cultivos diversos.
Muchos de los afectados fueron asistidos por la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN). Sin embargo, el apoyo no llegó a todos los sectores como las instituciones educativas, según las denuncias.
La escuela básica Nº 6461 San Francisco, de la compañía Mandu’arã, por ejemplo, sufrió múltiples daños en el techo de tres aulas de clases. Las chapas de fibrocemento quedaron con agujeros de diferentes tamaños por la caída de granizos.
El director de la institución educativa, profesor José Rivarola, señaló que recibieron algunas chapas de parte de la SEN, pero una cantidad insuficiente para realizar un cambio del tejado. Señaló que solicitaron más materiales; sin embargo, no tuvieron respuesta.
“Ahora solicitamos al Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) su apoyo para poder reparar en forma urgente el techo”, dijo.
Agregó que, como medida de prevención, las clases se suspenden apenas cae una llovizna porque es imposible recibir a los niños en esas condiciones. Indicó que cada año dentro de la microplanificación solicitan más aulas para la escuela, teniendo en cuenta que la estructura de madera tiene más de 20 años de antigüedad, pero tampoco tienen respuesta positiva hasta ahora.
A la institución asisten unos cincuenta alumnos, distribuidos del preescolar al sexto grado. Funciona en los turnos mañana y tarde, con un plantel de cinco docentes.