Tres hermanos producen durazno de manera orgánica en Paso Yobái

En la compañía 3 de Noviembre, a unos 6 kilómetros del centro de Paso Yobái, los tres hermanos Barbúdez (Wilfrido, Juan Ángel y Lidia) producen duraznos de forma orgánica para ofrecerlos en los mercados de la zona.

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PASO YOBÁI (Alberto Guido Pérez, corresponsal). Hace ya 25 años que los hermanos Barbúdez de esta localidad se dedican a la producción de durazno con excelentes resultados. Don Wilfrido Barbúdez comentó que tras la baja cotización de la yerba mate optaron por un rubro alternativo para poder seguir trabajando la tierra.

El labriego comentó que las primeras semillas consiguieron en la ciudad de La Colmena (Paraguarí), y ahora promueven el cultivo masivo del durazno en Paso Yobái como un alternativa de renta.

La pequeña finca conformada por los hermanos Wilfrido, Juan Ángel y Lidia Barbúdez, además de duraznos, producen uva, ciruela, mandioca, yerba mate, ganados menores (gallinas y cerdos, para consumo familiar) y miel de abeja que venden por pedido.

De una planta, en época de buen rendimiento y clima favorable, se puede cosechar de entre 80 a 100 kilos de durazno. En la finca ofrecen a G. 50.000 por caja y se cosecha desde mediados de setiembre hasta diciembre.

Wilfrido Barbúdez explicó que los años de experiencias los adiestró a ser prácticos, y es así como aprendieron a puro pulmón trabajar la tierra y sacarle provecho de manera orgánica.

“No hay tantos secretos para una buena producción, sino mantener limpia de malezas la finca, contrarrestar las plagas con productos caseros y naturales, pues lo químico no le gusta a esta variedad de durazno (Santa Rosa), y cuidamos de ofrecer a los clientes una producción totalmente ecológica y un precio accesible”, dijo.

Diez hectáreas

El emprendimiento familiar agrícola se desarrolla en una finca de 10 hectáreas, en la localidad 3 de Noviembre, el cultivo de durazno y ciruela abarca casi la mitad, y el resto, para los otros cultivos y animales domésticos. Como toda producción agrícola, depende del clima.

“Hay épocas de buena cosecha, y otros años, de merma. Una de las dificultades es, en la época de lluvias, que los caminos a los mercados sean complicados”, dijo Wilfrido.

Agregó que si no sacan los camiones estirados con tractores al centro urbano, los frutos se descomponen en la finca, lo que causa cuantiosas pérdidas.

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