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VILLARRICA, Guairá (Antonio Caballero, corresponsal). Una pésima imagen ofrece la Terminal de Ómnibus de esta ciudad, administrada por la municipalidad. En el lugar reinan la suciedad y el desorden, los baches, la contaminación con desechos cloacales a causa de los caños rotos y un incesante embotellamiento de vehículos.
La situación empeora por la cercanía del mercado municipal.
Los sucesivos gobiernos municipales prometieron construir un nuevo edificio en el lugar e inclusive trasladar la terminal a otra zona adecuada y amplia.
Sin embargo, las intenciones no pudieron superar las barreras electorales y quedaron archivadas para poder desempolvarlas en la próxima campaña proselitista.
El punto de embarque y desembarque de pasajeros ocupa media manzana en el área céntrica, donde se concentran más de un centenar de vendedores de alimentos, baratijas y algunos productos falsificados. Dos paradas de taxi están en los espacios públicos al oeste y al este de la terminal.
Juan Mercado, un visitante del distrito, comentó que es la primera vez que viene a Villarrica y le llamó la atención que una ciudad cuyo nombre retumba lejos, conocida por su cultura y excelentes músicos que hacen de embajadores de la comunidad, no tenga una terminal de colectivos moderna. “Este local no cuenta con área para esperar las unidades de transporte; los sanitarios están horribles, es una vergüenza”, se quejó.
La zona de la terminal es ocupada por varios comerciantes, que se oponen al traslado del local a un sitio más amplio por razones económicas. La Junta Municipal es el centro del poder donde los empresarios consiguen apoyo para evitar el traslado.
Durante la administración del intendente liberal, Federico Alderete Guggiari (2001-2010), se intentó la construcción de una nueva estación en el barrio Santa Lucía. La obra no pudo concretarse por el boicot que ejercieron los ediles colorados, con el apoyo de algunos concejales liberales.
Cuando Darío Ortellado (ANR) ganó las elecciones municipales a fines de 2010, el proyecto de traslado de la terminal cayó en el olvido. El plan se reactivó meses después, pero no avanzó.
Luego de dos años de gestión, Darío Ortellado tampoco pudo concretar el proyecto de construcción de la terminal.
Mercado colabora
Igualmente, el Mercado Municipal de Abasto, que se encuentra prácticamente al lado de la Terminal de Ómnibus, colabora para empeorar la pésima imagen que ofrece la zona. Los comerciantes ensucian las calles de la zona.
Tratamos de hablar con el intendente villarriqueño, Darío Ortellado, pero no contestó nuestras llamadas a su celular.