Cargando...
CORONEL OVIEDO (Víctor Daniel Barrera, corresponsal). El penal de esta ciudad se encuentra totalmente abarrotado de reclusos provenientes de diferentes puntos del país. Más de 1.300 reos viven en condiciones inhumanas y amontonados. Meses atrás, la Dirección General de Penitenciarías procedió al cierre de la cárcel y se dejó de recibir a nuevos reclusos. En el mismo predio se está construyendo un nuevo pabellón para unas 70 personas y donde serán acomodadas las reclusas, pero por su limitada capacidad no sería la solución a la superpoblación.
También se tiene un serio problema de seguridad, pues solo se tiene destinado a 18 guardias en cada turno para 1.300 presos, lo que imposibilita controlar el tráfico de estupefacientes y armas dentro del penal. “Siempre manejamos la denuncia de venta de drogas y armas dentro de la cárcel, hacemos el esfuerzo humanamente posible para poder solucionar el conflicto. Hace falta aumentar el personal para realizar los controles, no podemos decir que los encargados de seguridad están involucrados en estos hechos ilícitos”, manifestó el director de la cárcel , César Aguilar.
Una clara muestra de la enorme falencia de seguridad ocurrió días atrás cuando del estacionamiento ubicado frente a la penitenciaría fue hurtado el vehículo, Toyota modelo Corona Premio, color Rojo, de propiedad de Ana Leticia Sosa. La misma fue al penal para visitar a su pareja y al salir ya no encontró su rodado.
Permiso por un mes
El director del penal, César Aguilar solicitó un permiso especial por unos treinta días alegando problemas de salud. En la mañana del lunes asumió el cargo en forma interina el licenciado Blas Antonio Martínez. Este afirmó que estarán relevando todo el informe sobre la situación del penal, atendiendo a las denuncias de irregularidades por parte de los familiares de los reos.
Del acto participó el director de Establecimientos Penitenciarios, Julio Agüero, quien refirió que la penitenciaría no se está interviniendo aún y que tras la asunción de Martínez se evaluarán todas las denuncias y las irregularidades encontradas dentro del penal, como el ingreso de bebidas alcohólicas, drogas y armas.