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SAN PEDRO DE YCUAMANDYYÚ (Omar Acosta, corresponsal). Centenares de viviendas quedaron bajo agua por el desborde de los ríos Paraguay, Jejuí, Ypané, Aguaraymí y Aguaray Guasu en varios distritos del segundo departamento. Además, varias comunidades siguen aisladas debido a que los caminos están cortados por la crecida y los precarios puentes de las zonas rurales fueron arrasados por las aguas.
La situación es desesperante en esta zona del país, ya que con cuentagotas y en forma insuficiente va llegando la asistencia del Gobierno para los damnificados. En contrapartida, las donaciones solidarias de la ciudadanía buscan paliar la desidia estatal.
Los distritos más afectados por la crecida de los ríos son San Pedro de Ycuamandyyú, Santa Rosa del Aguaray, Nueva Germania, Tacuatí, Lima, San Pablo y Puerto Antequera. La cifra de afectados a nivel departamental asciende a unas 2.000 familias.
Por ahora cada familia afectada busca la forma de recuperar sus cosas y resignarse a las pérdidas que tiene. En lo económico, la situación no es nada alentador, ya que la mayoría son familias de escasos recursos, y con la crecida de las aguas perdieron sus animales menores, huertas y cultivos.
Por ejemplo, en Nueva Germania, San Pedro de Ycuamandyyú y Tacuatí cerca de 40 oleros afrontan millonarias pérdidas. Tampoco pueden reactivar sus labores porque la materia prima quedó bajo el agua.
Otra gran parte de la población, como San Pablo, zonas rurales de Tacuatí, Nueva Germania, Santa Rosa del Aguaray y Lima, seguirá aislada, pues los caminos rurales están totalmente destruidos. Con este aislamiento en el que están las familias es muy complicado volver a encontrar trabajo en poco tiempo y reactivar sus economías.
A las pérdidas de los cultivos se suman los pequeños ganaderos con los campos inundados y van quedando sin poder alimentar a sus animales. Esta realidad enfrentan las familias que unos meses atrás también fueron castigadas con un fuerte temporal que causó severas pérdidas en la zona.