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La encargada de los trabajos será la arquitecta Blanca Amaral, una especialista en restauración y preservación de edificios históricos.
El oratorio de San Roque de Caazapá es una de las pocas que quedan de los pueblos o reducciones administradas por los religiosos franciscanos en la zona del Río de la Plata.
El oratorio San Roque de Caazapá tiene paredes de adobe, techo de tejas y tacuaras. Actualmente se encuentra en deplorables condiciones. Las promesas de restauración de instituciones públicas, como la
Entidad Binacional Yacyretá (EBY), no se concretaron.
Debido a la situación en la que se encuentra el oratorio, la Gobernación entregó G. 60 millones a la Asociación Museo Fray Juan Bernardo, presidida por Mirian Dávalos de Vázquez, para que inicien los trabajos de restauración.
Primera refacción en 1856
La capilla fue construida en honor a San Roque, considerado protector de los animales y contra las pestes. En 1856, durante el gobierno de Carlos Antonio López, fue refaccionada por primera vez, de acuerdo a los registros documentales.
En 1893 fue arreglada por segunda vez y la obra fue bendecida por el cura párroco de Caazapá, presbítero Telesforo B. Saldívar.
Robo impune
La imagen original de San Roque fue objeto de robo por inescrupulosos en el año 2010 y no existen pistas de los responsables del hecho. Se trata de una pieza tallada por artesanos indígenas locales con ayuda de los sacerdotes franciscanos a mediados del año 1700.
Según los datos, la imagen robada es la más antigua y única en su género. Su valor sería incalculable.
Actualmente, el retablo de este oratorio tiene una réplica de San Roque que se fabricó en Buenos Aires (Argentina) y fue donada por un poblador de Caazapá, de nombre Derlis Florentín.