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SAN ESTANISLAO (Sergio Escobar Rober, corresponsal). Numerosas familias de esta jurisdicción que se dedican a la producción de tomate cuestionan la excesiva burocracia que persiste en las instituciones públicas encargadas de apoyar financieramente a los productores. Y de esa forma el panorama se hace cada vez más crítico, especialmente para aquellos que no tienen forma de conseguir algún tipo de ayuda monetaria para mejorar sus cosechas.
Los afectados manifestaron que de acuerdo a los programas que lanza el gobierno central, existen varios proyectos de ayuda crediticia para los pequeños productores, sin embargo cuando se acercan a los entes gubernamentales con la intención de conseguir créditos, tropiezan con un sinfín de obstáculos que para muchos es imposible de cumplir.
Entre los interesados en un mejor apoyo financiero están los hermanos Ramón y Carlos Rotela, que disponen hoy de unas 4.000 plantas de tomate de la variedad “carina”, en periodo de cosecha. La parcela cuenta con media sombra, pero el manejo es aún precario por la insuficiente infraestructura.
Precisa de agua
Uno de los principales problemas que deben ser solucionados urgentemente para tratar de alivianar los trabajos de cuidado de la parcela es la falta de agua en la cercanía de los sitios donde tienen sus plantaciones.
Ramón Rotela indicó que a raíz de esta situación trataron de acceder a un préstamo del Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) con el fin de contar con un pozo artesiano cerca del predio, pero no consiguieron debido a la burocracia existente.
“Queremos mostrar a las autoridades que estamos produciendo alimento de muy buena calidad a pesar de que no recibimos ni un crédito de las instituciones del Estado. Estamos trabajando y ojalá puedan interesarse de nuestras necesidades; aquí la única institución que siempre nos acompaña es la Deag, a través de su asistencia técnica, pero además requerimos la cooperación monetaria”, remarcó.
Ocho mil kilos
Por su parte, Carlos Rotela mencionó que disponen de unos ocho mil kilos de tomate que deben ser cosechados en los próximos días. Sobre el precio actual del producto en finca, dijeron que es de alrededor de G. 3.500 el kilogramo y se vende en el mercado local, alegó uno de los hermanos Rotela.
Por otro lado, exigen a los organismos correspondientes imponer un control más estricto del contrabando de este producto, de modo que la producción nacional tenga mayor mercado.
También comentaron que hay otros vecinos que se dedican a la producción de este rubro y tienen los mismos problemas para el cuidado de sus parcelas.