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CAACUPÉ, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). Asunción Vallejos tiene una parcela demostrativa en un cuarto de hectárea donde cultivó 1.800 plantas de lechuga, 1.300 plantines de tomate, 2.000 plantines de zanahoria, 1.000 de cebolla, 800 de repollo y 500 plantines de perejil, cebollita de verdeo y locote. Por si fuera poco, ahora se encuentra incursionando en la producción de frutilla con unas 1.800 plantitas, que ya comenzaron a dar frutos.
El pequeño productor manifestó que incursionó en la producción frutihortícola hace tres meses, con la ayuda y el apoyo técnico de instructores del SNPP, quienes lo alentaron a formar su huerta familiar para poner en práctica todo lo aprendido en un curso dictado al respecto. Al principio, utilizaron su predio ubicado en una serranía de la compañía Ytumí como parcela demostrativa, para que todos los alumnos practicaran en el lugar.
Sin embargo, ver crecer sus cultivos con tanta rapidez y la alta demanda de su producción orgánica lo empujaron a adoptar esta actividad como uno de sus principales ingresos. Es por ello que ya se encuentra preparando el suelo para el cultivo de mandioca, batata, melón y sandía, además de las hortalizas, como una forma de diversificar sus producción.
El productor, que también se dedica a la limpieza de predios con desmalezadoras, aprovecha esa actividad para ofrecer y comercializar sus productos casa por casa, con mucho éxito.
El entusiasmo y la experiencia han hecho que otros vecinos también se animen a incursionar en la producción frutihortícola. Este es el caso de su tío Sebastián Vallejos, quien ahora también cuenta con una parcela donde cultiva lechuga, tomate, cebolla y frutilla, entre otros rubros.
Actualmente, hay cuatro comités en la zona que se dedican a la producción frutihortícola con apoyo en maquinaria para suelo y asistencia técnica del SNPP.