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SAN ESTANISLAO, San Pedro (Sergio Escobar Rober, corresponsal).Sebastián Galeano trabaja en la cosecha y comercialización de los tomates cultivados sin agroinsumos invasivos, respetando el tiempo natural de crecimiento y maduración de la producción.
Su parcela, ubicada en el asentamiento San Cayetano, está compuesta de 1.500 plantas y lo equipó con media sombra y sistema de riego, con los que consiguió obtener mayor rendimiento y excelente calidad.
Comentó que hace unos cinco años se dedica a este rubro hortícola y que es una de las principales fuentes de ingreso de la familia.
Destacó el buen precio que pagan por la cosecha actual, luego de varios años de sufrir inconvenientes por el incontrolable contrabando.
En finca oferta su producción a G. 5.000 y en los comercios locales a G. 6.000 cada kilo.
Mencionó que normalmente consigue dos cosechas por año, con un rendimiento de 5.000 kilos por cada zafra, lo que a su vez le reditúa unos G. 20 millones, luego de descontar todos los gastos operativos.
Refirió, además, que su producto es muy solicitado por los consumidores del lugar, atendiendo la excelente calidad y el estilo de producción; libre de agroinsumos, pero que requiere de mucho cuidado.
Cada vez más, la gente sale en busca de alimentos que no representen riesgo alguno para la salud humana, aseveró.
Consultado si recibe asistencia técnica de organismos del Estado, dijo que no, pero aun así estudia la posibilidad de aumentar su campo de cultivo atendiendo el éxito de su trabajo.
“No es fácil mantener una parcela con esta cantidad de plantas. En primer lugar, se necesita de recursos económicos para la instalación de una media sombra y con mucho más razón para instalar un sistema de riego”, indicó.
Refirió que estos dos requisitos son esenciales para el tomate, que además requiere de un suelo adecuado para obtener un buen rendimiento y óptima calidad.