Producción orgánica gana espacio

La producción orgánica gana espacio en Arroyos y Esteros, que fue reconocida recientemente como la primera ciudad con comercio justo del país, a través del trabajo de los cañicultores. Otras familias salen adelante con el cultivo de productos hortigranjeros libres de sustancias químicas.

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ARROYOS Y ESTEROS, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). El galardón internacional obtenido es por fomentar la cultura del consumo responsable y promover la venta directa de productos sanos.

En ese sentido, los agricultores orgánicos de esta comunidad se destacan por utilizar un sistema de producción que trata de utilizar al máximo los recursos de la finca, dándole énfasis a la fertilidad del suelo y la actividad biológica y, al mismo tiempo, a minimizar el uso de los recursos no renovables y no utilizar fertilizantes y plaguicidas sintéticos; esto para proteger el medio y la salud humana. 

Asimismo, la comercialización de la producción es en forma directa, sin intermediarios, ofreciendo buenos productos a precios justos.

Bernardina Samudio tiene una huerta donde cultiva todo tipo de hortalizas, y también cuenta con una buena producción de bananas. Esta mujer, mediante su trabajo, logró sacar adelante a su familia, aun teniendo a su marido con problemas de salud que ahora le impiden trabajar como antes.

Bernardina comercializa sus productos en las ferias realizadas tanto a nivel local como en Asunción. Oferta no solo hortalizas en su estado natural, sino también prepara deliciosos platos a base de su cosecha, como tartas de verduras, chipa guasu y chipa almidón.

La mujer reside en el barrio Loma’i de la compañía Cañada Domínguez de esta localidad. Tiene dos hijos, ya profesionales, que en su tiempo libre le ayudan en la chacra familiar.

La agricultura orgánica también es la base de la economía de la familia conformada por el matrimonio de Emilia y Marcos Ferreira. La pareja tiene 10 hijos, en su mayoría casados.

Ambas expresaron que el trabajo en el campo les dio muchas satisfacciones, porque los consumidores aprecian más las frutas y hortalizas producidas sin plaguicidas y en forma natural.

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