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Durante una reunión realizada el lunes último en esta compañía en una caseta que actualmente está en construcción para un futuro puesto policial, exteriorizaron su preocupación. Una de las víctimas de los cuatreros es Lino Gamarra, quien comentó que la semana pasada le robaron dos animales. Contó que con la ayuda de los vecinos logró recuperar uno, pero el otro ya fue faenado.
El caso de Gamarra es solo un ejemplo de lo que ocurre diariamente, pero que la gente ya no quiere denunciar.
El afectado relató que los ladrones de ganados inclusive realizaron disparos contra los vecinos que iban rastreado a los animales hurtados.
“Los sorprendimos en el momento del faenamiento, en una estancia. El propietario dio permiso para ingresar detrás de los cuatreros” señalaron los vecinos.
En otro momento los lugareños indicaron que tienen indicio de quienes son los abigeos que están operando y especialmente quienes son los compradores.
“Hay robo de ganados porque hay mercado. Hay gente que compran la carne faenada clandestinamente” señalaron.
Otro punto llamativo para los pobladores de San Miguel es que los cuatreros no roban animales de los establecimientos grandes, sino que se ensañan con los pobres propietarios.
“La respuesta es que nosotros no tenemos amigos fiscales, jueces y nadie nos tiene miedo” se lamentaron.
La reunión fue encabezada por el jefe de la comisaría, Ismael Rotela.