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CAACUPÉ (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). El desalojo y prohibición de vendedores en la zona sacra está previsto para el 3 de noviembre próximo.
El obispo de la diócesis de Caacupé, Claudio Giménez, emitió la resolución N° 6/14, de fecha 19 de setiembre, por la cual se anulan todos los permisos y carnets a los vendedores ambulantes y fotógrafos.
Además, les prohíbe ejercer el comercio dentro de las propiedades del santuario nacional.
Acerca del conflicto, el obispo Claudio Giménez se excusó diciendo que emitió la resolución a pedido del intendente Roberto Franco (ANR), con el objeto de que la zona se convierta en espacio de oración y reflexión para los peregrinos, así como sucede en otros grandes santuarios marianos del mundo.
Esta resolución motivó una reunión entre los vendedores ambulantes, autoridades locales y representantes de la Policía Nacional, el Ministerio Público y el Poder Judicial.
Las vendedoras de chipa y asadito, representadas por Teresa de Reyes, aseguraron que no saldrán del sitio ni por la fuerza, y a pesar de que puedan ser imputadas por este hecho, que según ellas no pasa de la defensa de sus puestos de trabajo.
Durante el encuentro, las mujeres preguntaron al obispo por qué se toma atribuciones que solo le corresponden a la Municipalidad, y también alegaron que el Papa Francisco siempre muestra una “opción preferencial por los pobres y trabajadores”.
“Parece, monseñor, que a usted no le gusta ver a los pobres todos los días”, expresaron algunas de las chiperas.
El obispo les explicó que justamente por amor a ellos insiste mucho con el intendente para que los vendedores tengan un sitio digno donde poder seguir trabajando.