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Lastimosamente estos artesanos están olvidados por las autoridades. Pero comentan que para cada elección reciben promesas de proyectos para la mejora de sus casillas, pero finalmente ninguna acción se concretó.
Simón González, carpintero que se dedica a la venta de muebles con su familia desde hace unos 42 años, comentó que sus casillas están bastante deterioradas y muchas veces con la lluvia y la humedad sufren pérdidas económicas, ya que el resguardo de los productos no es bueno. Además dijo que están temerosos de ser expulsados, pues reciben constantes amenazas de desalojo. Recordó que el actual intendente de la ciudad, Alejo Ríos (PLRA), prometió trazar proyectos para mejorar sus locales y reubicarlos si la ruta se amplía. Sin embargo, hasta el momento siguen con los mismos problemas.
Hay unas 30 casillas, cada una de ellas paga un canon mensual al municipio por la patente comercial, aunque el espacio corresponde al Ministerio de Obras Públicas.
Simón González, con este trabajo crió a sus 4 hijos, quienes ya están terminando sus estudios y además les ayuda en la labor diaria de armar los muebles y otros productos que ofertan.
Los precios son bastante accesibles, un juego de sillas para jardín cuesta 350.000 guaraníes, mientras que una cama con la cabecera tallada, se oferta en 1.200.000. El mayor atractivo para los niños son los camiones de madera que dependiendo del tamaño cuestan entre 10.000 a 150.000. La variedad de productos es cuantiosa.