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TOBATÍ, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). Ubicada a 70 km de la capital, esta localidad se destaca por ser cuna de reconocidos artesanos y es considerada como la “capital de la artesanía”.
Numerosas obras de artistas tobateños, tanto de madera como de cerámica, están diseminadas por el mundo. La comunidad se encuentra a unos 70 kilómetros de la capital del país y está integrada por unas 17 compañías y barrios.
Es la segunda localidad de Cordillera con mayor densidad poblacional. Cuenta con unos 50.000 habitantes.
Su nombre deriva de una composición lingüística de origen guaraní: “tova”, que significa cara o rostro, y de la arcilla blanca “morotî”, que en la misma lengua significa blanco.
Los moradores originarios de estas tierras tenían un aspecto singular, pues, como lo describe el nombre, eran de cara blanca o cara pálida, de acuerdo a una de las versiones sobre su historia.
Otra menciona la abundancia en la zona de un material conocido como caolín, de aspecto blanquecino, el cual es utilizado como materia prima para la alfarería y la fabricación de materiales para la construcción.
Por otro lado, se acepta el año 1539 como el de fundacional de Tobatí, aunque este dato nunca fue confirmado.
Fue constituida como táva, pueblo indígena, por Domingo Martínez de Irala, gobernador del Río de la Plata y del Paraguay, junto a las ciudades de Areguá, Altos y Atyrá, para contener los ataques de poblaciones chaqueñas que cruzaban el río Paraguay en busca de ganado y mujeres.
Los franciscanos que se instalaron en la zona contribuyeron con el desarrollo económico, religioso y cultural.
De este período quedan en la iglesia de Tobatí impresionantes piezas de madera tallada y pintada con el estilo guaraní-franciscano, una rama particular del barroco hispanoamericano.
Este estilo se transmitió hasta nuestros días de padre a hijo en varias familias de artesanos, en especial los Páez y Esquivel.