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MBOCAYATY DEL YHAGUY, Dpto. de Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). Al llegar a esta ciudad se destaca el templo Niño Salvador por su belleza y estilo moderno. Fue erigida en medio de casas de estilo antiguo y modestas.
La obra se inició hace cinco años y fue llevada adelante mediante el apoyo de las autoridades locales, departamentales y de la feligresía. El presidente de la comisión pro construcción de la iglesia es el intendente, Luis González (PLRA).
El jefe comunal mencionó que el costo de la obra y el equipamiento fueron cubiertos con los ingresos de las fiestas patronales y el aporte de los ciudadanos. Los mayores aportantes fueron los mbocayatyenses residentes en los Estados Unidos y en países de Europa.
Explicó que la Gobernación de Cordillera aportó unos G. 100 millones y la Municipalidad G. 300 millones para culminar el proyecto.
La iglesia cuenta con acondicionadores de aire para los días de intenso calor, y en las ventanas y puertas fueron colocados vidrios templados tipo blíndex. Del techo cuelgan delicadas arañas de cristal para la iluminación, que realzan aún más la belleza del sitio de oración y reflexión.
Los pobladores expresaron su satisfacción por la terminación de la construcción del anhelado templo parroquial. El lugar se constituye en un atractivo turístico en la comunidad.
En la misa de bendición de las instalaciones, realizada en diciembre último, el obispo de la diócesis de Caacupé, monseñor Claudio Giménez, lo calificó como “uno de los templos más bellos” del departamento de Cordillera.
Diseño del templo
El encargado de la obra, arquitecto Óscar Invernizzi, indicó que aplicaron para la construcción un estilo árabe combinado con modernidad, inspirado en modelos de iglesias de Primer Mundo.
“De la estructura anterior no quedó casi nada”, dijo.
Según el intendente, Luis González, el proyecto responde a un deseo largamente acariciado por la comunidad y que hoy es una realidad.
El distrito de Mbocayaty del Yhaguy se encuentra ubicado a 105 kilómetros de Asunción. Se llega al distrito por un desvío en el centro urbano de la ciudad de Itacurubí de la Cordillera.
Cuenta con un territorio de 236 km2, que alberga a unos 7.000 habitantes que se caracterizan por su laboriosidad y se dedican a la agricultura y la ganadería. Tiene una geografía de singular belleza, con esteros y planicies.