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CAACUPÉ (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). Según un informe presentado días pasados por la Mesa Florícola del Paraguay, la demanda nacional de flores ronda entre los US$ 12 y US$ 15 millones anuales, pero el 90% del mercado es cubierto con producción extranjera. Según técnicos que elaboraron el estudio, esta situación se debe a factores como la insuficiente adopción de tecnología en el sector y falta de asistencia técnica y crediticia acorde a las necesidades de los productores, entre otros.
Sin embargo, un floricultor genera en promedio un ingreso de más de G. 150 millones en un cuarto de hectárea de cultivo. La rentabilidad en algunos rubros es de hasta el 30%, por lo que se convierte en un buen negocio para muchos inversionistas o financistas.
La cadena florícola en Paraguay abarca tres localidades en el departamento de Cordillera: Caacupé, Itacurubí de la Cordillera y Piribebuy, agrupando aproximadamente a unas 500 familias de productores.
En lo que respecta a la importación, el principal rubro es la rosa con 184 toneladas al año y que representa el 42% de todas las flores que vienen de afuera. Le siguen las gypsophila con 34 toneladas, orquídeas con 28,7, crisantemo con 21,3 y gerberas con 16,6 toneladas.
La ingeniera Liz Otazú, experta en el área, sostuvo que se elaboró un plan estratégico con proyección a cinco años con el objetivo de formar una cadena florícola integrada y funcional para llegar a satisfacer hasta el 50% del mercado local, en una primera etapa. La idea es que la producción nacional en los rubros de crisantemo, rosa, gerbera, aster y otros pueda ir desplazando las importaciones de flores.
La estrategia a ser aplicada implica el mejoramiento de la calidad y productividad, manteniendo la competitividad en costos. Los resultados del análisis financiero sugieren que los rubros evaluados arrojaron niveles de rentabilidad muy alentadores en las condiciones locales de producción, considerando el clima, luminosidad y tecnología.