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GRAL. MORÍNIGO, Caazapá (Antonio Caballero, corresponsal). Una persona bien identificada, pero que solicitó el anonimato por temor a represalias, relató que entre los que arrojan sus desechos a la vera del arroyo Pirapomí se encuentran pobladores de la zona como también de otros distritos, que llegan en vehículos hasta el sitio. Expresó que algunos aprovechan la zona boscosa para tirar su basura, mientras otros simplemente dejan a un costado las bolsas cargadas.
El lugareño comentó que en la localidad no hay vertedero municipal y ese sería el principal problema para la disposición final de los residuos. La Municipalidad, administrada por José Cuevas (PLRA), no previó hasta la fecha un terreno para los desechos, expresó.
Señaló que en la zona boscosa y en los alrededores del arroyo tampoco hay carteles de señalización sobre la prohibición de arrojar basura y las sanciones correspondientes.
Indicó que actualmente como consecuencia el arroyo presenta un color negruzco y aparenta alto grado de contaminación.
En ese sentido, lamentó que el cauce se encuentre en esas condiciones teniendo en cuenta que en otros tiempos era el principal espacio de esparcimiento de la comunidad.
Por su parte, el intendente José Cuevas (ANR) expresó que personas inconscientes son las que tiran su basura al arroyo. Reconoció que en la comunidad no hay un vertedero, pero dijo que tratan de solucionar quemando o enterrando los desechos.
Añadió que la Comuna adquirió un predio con intenciones de convertirlo en vertedero, pero al final el inmueble no sirve porque está cerca de una comunidad y un cauce hídrico.
Lo que dice la ley
La Ley 716/96 “Que sanciona los delitos contra el Medio Ambiente” establece varias sanciones con multas de 100 a 1.000 jornales mínimos legales para los que contaminan los arroyos.