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Según datos proporcionados por las autoridades distritales, unas 300 familias de la Colonia Felicidad, Jejuí Poty, San Miguel y las compañías 14 y 15 de Mayo quedaron aisladas por la crecida del río y dependen exclusivamente del descenso de las aguas para poder salir de sus viviendas.
Lo más preocupante del caso es que el puente de madera situado sobre el Capiibary quedó casi inutilizable a consecuencia de las fuertes correntadas.
Por el momento, algunos pobladores se han atrevido a cruzar el peligroso sitio, poniendo en riesgo sus vidas por la necesidad de tener que salir de cualquier forma hacia el centro de la ciudad para realizar sus quehaceres diarios.
Pablo Coronel, uno de los lugareños, indicó que este tipo de fenómeno no es algo común en la zona.
Por su parte el intendente Ariel Villagra (PLRA) dijo que apenas ocurra el descenso del río estarían trabajando en la reparación del puente y de los caminos.
Para eso está solicitando al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) trabajar de manera conjunta para ejecutar las reparaciones viales.