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El sufrimiento de los conductores comienza a solo un kilómetro de la zona urbana de Abaí, con inicio del enripiado, que en realidad no es otra cosa que piedras esparcidas en el camino. El tramo hasta la zona de la compañía “Km 10” es más transitable, pero una vez en la zona alta del distrito de Abaí, pasando el asentamiento indígena Cerrito, el camino se vuelve cada vez más dificultoso.
Sin embargo, el calvario comienza en el tramo de ocho kilómetros entre la compañía Tarumá y Tuna, donde las piedras se encuentran prácticamente fuera de la tierra. Esto supone un riesgo para los vehículos y las averías más comunes son en el sistema de dirección, los bujes, amortiguadores y cubiertas.
Los conductores invitan al ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona, a que haga un viaje con cualquier tipo de vehículo para entender las penurias que pasan todos los días los pobladores de la zona. El intendente de Abaí, Cristian Acosta (ANR), aclaró que el intendente de Caazapá, Victoriano López, es el presidente de Amuca y quien administra los recursos destinados a la reparación de este y otros caminos.