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La obra está a cargo de la empresa Ingeniería de Topografía y Camino SA de Francisco Griñó. Se realiza dentro de un paquete de puentes a ser construidos en diferente puntos del país por un monto superior a G. 22.830 millones, que es financiado con un préstamo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
La construcción comenzó en febrero de este año, pero el avance supera el 70% y los datos dan cuenta de que se podría terminar este año pese a que cuentan con 2 años para su realización. La nueva pasarela cuenta con 45 metros de largo.
La pasarela de hormigón reemplazará un viejo puente de madera que representaba un verdadero peligro para el transporte de productos agrícolas entre el Alto Paraná y Caazapá con destino a San Antonio (Departamento Central). Además, permitirá tener un camino más corto para llegar a la capital altoparanaense, Ciudad del Este.
Los pobladores celebran la construcción del puente pero aseguran que la pavimentación del tramo entre Abaí y San Cristóbal será fundamental para el desarrollo económico de la zona. El verdadero sector productivo del departamento de Caazapá se encuentra en la zona noreste y se necesita de infraestructura vial para crecer, señalaron.
Pablo Bermúdez, uno de los usuarios del mencionado camino, señaló que el Gobierno priorizó la conexión de San Juan Nepomuceno con el departamento de Itapúa, que también es importante, pero la prioridad debería haber sido el camino que conecta con Alto Paraná.
Puente “fantasma”
El exintendente de Abaí el colorado Hugo Marcelo López (2001-2006) había pagado G. 100 millones supuestamente por la construcción del puente de hormigón armado sobre el arroyo Capiibary. Sin embargo, la obra nunca se realizó y el dinero habría sido desviado para otro lado, según denuncias.