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Es un proyecto de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) y la inversión prevista supera los G. 1.000 millones.
En tanto que el contrato se firmó con la empresa SAS Ingeniería, cuyo ingeniero residente y responsable de las obras es Nicolás Galeano.
Los beneficiarios con la adjudicación de una de estas viviendas de la Senavitat están preocupados porque las construcciones están abandonadas y desde hace tiempo no avanzan las construcciones.
“Por este proyecto luchamos por varios años y contentos porque se nos adjudicó, pero ahora estamos preocupados por el paro de las obras, aunque nos dijeron que solo era por la falta de materiales”, sostuvo Juan Carlos Gauto, uno de los beneficiarios.
Las casas sociales medirán 6,33 metros por 9 metros. Contarán con dos dormitorios, una sala, una cocina, una comedor, un baño y un lavadero.
“Las obras no terminan aún y es sólo una falta de materiales”, confirmó el ingeniero Galeano al momento de afirmar que las construcciones iniciarán pronto.
“Hay que esperar que todas las casas lleguen a la altura para igualar. Está previsto que la semana que viene se trabajen de forma normal”, acotó el responsable de las construcciones.
Las 103 casas están distribuidas en distintos lugares de la compañía Yroysã y en algunos asentamientos indígenas de Independencia. Las obras iniciaron a comienzos de este año y están programadas que terminen a fines de agosto próximo.