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El plano del proyecto contempla dos dormitorios y un baño con un lavatorio. El plan de inversión era de G. 865 millones, que incluía el pago total de los materiales y mano de obra.
Como contrapartida, las familias beneficiadas debían ayudar en la construcción de las viviendas.
Isidoro Paredes, poblador de la zona, mencionó que durante el gobierno de Federico Franco la obra quedó totalmente paralizada. Agregó que conformaron una comisión vecinal para buscar la manera de que las autoridades actuales terminen de construir las casas lo antes posible.
Por su parte, María Aquino Monge, una de las beneficiarias, indicó que tanto la construcción inconclusa como los materiales se están descomponiendo. “Las familias ya nos ilusionamos con tener una vivienda confortable”, expresó.
Una vez paralizados los trabajos, también terminó el flujo de dinero que se iba a utilizar para pagar al electricista, al fontanero, entre otros.
Tras intentar comunicarnos con responsables de la Senavitat en reiteradas ocasiones, logramos contactar con la funcionaria Rosa Vázquez, quien derivó nuestra llamada y no nos contestaron.