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Los labriegos también se quejaron de la burocracia implementada hace varios años en la aduana argentina para la exportación de las frutas a los mercados del vecino país, “por lo que el 80 por ciento de los bananeros decidieron abandonar este cultivo para dedicarse a otros productos”, señalaron.
El presidente de la cooperativa Guayaybí Unido, Isidro Barrios, comentó que muchas familias abandonaron este rubro atendiendo el costo que implica mantener en condiciones la producción, además de cumplir con las recomendaciones técnicas exigidas por los compradores.
Señaló que actualmente habría unas 170 a 180 hectáreas de banana en todo el distrito y dijo que la tendencia es que disminuya más en los próximos periodos si no se consigue una importante ayuda del MAG y el CAH.
Indicó que lamentablemente ninguna de estas dos instituciones tiene como prioridad en su agenda de trabajo la situación de los bananeros para dotarles de las herramientas necesarias.
“Mantener una hectárea de banana no es fácil, porque se requiere de mucha asistencia técnica, créditos blandos y mercado seguro para colocar el producto, como cooperativistas siempre recurrimos a los técnicos del MAG a los entes financieros en busca alguna ayuda, pero nunca hemos tenido la respuesta que esperamos”, expresó Barrios.
Otro de los productores, Pablino Bogado, manifestó que el precio de la banana está mejorando en el mercado local como también en el extranjero. Sin embargo, dijo que estos costos se deben a la escasa producción existente.
“En estos momentos se está ofertando entre G. 70.000 y G. 80.000 por caja, pero el problema es que el 80 por ciento de las parcelas desaparecieron y será muy difícil reponer si no tenemos recursos económicos. Esperamos que el MAG y el CAH puedan introducir dentro de su programa agrícola la recuperación de este importante rubro que durante varios años se convirtió en una de las principales fuentes de ingreso de las familias de la zona”, añadió el productor.