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ISLA PUCÚ, Dpto. de Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). La familia de Mario Sánchez (40) se constituye en la tercera generación que se dedica a la elaboración de escoba en esta localidad al igual que otras 34 familias de la zona. La compañía Pindoty es conocida por ser “zona de escoberos” y su producción se caracteriza por su resistencia y durabilidad.
Mario Sánchez manifestó que desde muy pequeño ya trabajaba con sus padres y abuelos juntando la paja de las plantas de sorgo en los campos, que es la materia prima principal de las escobas. Agregó que tienen campos en la zona donde cultivan el sorgo y cuando estas se terminan, recurren a los productores de la vecina ciudad de San José Obrero.
Sánchez explicó que el proceso de elaboración de las escobas artesanales se inicia con el secado de las palmas, que una vez secas son juntadas y cortadas de acuerdo a medidas estándares. Después, con la ayuda de rudimentarios equipos elaborados por los propios artesanos, hacen el entramado de las escobas con alambres que finalmente son unidas a palos.
Este trabajo se realiza de forma relativamente rápida, dependiendo de la habilidad de los artesanos. En un día pueden llegar a elaborar entre dos docenas a veinte docenas de escobas trabajando cuatro personas.
Las escobas son vendidas a G. 10.000 por unidad y son distribuidas por los mismos artesanos en varias zonas del país, en ciudades de Asunción, Coronel Oviedo, Encarnación y Ciudad del Este; los mayores consumidores de sus productos.
Sánchez manifestó que a pesar de que sus productos son muy apreciados por los compradores están conscientes de que deben mejorar la calidad y la terminación. Para eso necesitan capacitación y mejores máquinas para lo cual piden ayuda del Estado.
Los fabricantes de escobas no se quejan de la falta de mercado, pero consideran que a mayor consumo del producto nacional habrá más fuente de ocupación. De esa manera se generará posibilidad de trabajo a muchos desempleados.